Mientras mi familia dormía, yo tenía sexo.
Por Mariana S
Enviado el 20/05/2024, clasificado en Adultos / eróticos
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Mi nombre es Mariana, vivo en Quito, tengo 60 años, soy casada y tengo un hijo de 41 años. Todos los hombres me dicen que parezco de 45 años. Soy de estatura pequeña, mido 1,60. Mi piel es blanca, mi contextura es mediana, tengo los senos bien grandes, miden 101cm, cintura mediana, trasero ancho no muy salido.
Siempre me ha gustado él y me gusta disfrutar de un buen amante sin restricciones al momento de tener relaciones. Eso sí, mis amantes son solo para el sexo, no me gusta involucrarme más allá de eso, pero una vez ya lo hice y fue muy incómodo. Si quieren que les cuente de esa experiencia me escriben en los comentarios.
Este y todos mis relatos serán reales. Hace algunos años mi esposo realizó una fiesta para sus amigos de la oficina con sus esposas. Fue esa fiesta divertida de 8 parejas. Todo iba tranquilo y en verdad era uno de esos días que yo estaba tan excitada que me daba ganas de tener sexo con todos en la fiesta. Yo no soy una mujer celosa pero cuando llegó la noche me di cuenta que mi esposo estaba pasado de tragos y había coqueteado bastante con su secretaria, ella es una señora muy atractiva, de buen cuerpo, aunque mis senos son más grandes que los de ella, pero no puedo negar que tenía un bonito trasero y su falda a media pierna dejaban ver unas piernas muy sexys. El esposo de ella era nuevo en la reunión de amigos y a mí me excitó mucho, se notaba abajo de su pantalón una verga enorme, entonces a modo de venganza yo me acerqué a él y comenzamos a bailar, yo no soy buena bailarina, pero le seguía el ritmo a él que se movía muy bien.
Entre baile y baile no me había dado cuenta que se me habían salido dos botones de la blusa, lo supe porque él me dijo "que lindo escote", cuando vi que mis senos estaban casi afuera al inicio me dio vergüenza, pero luego sentí esa rica sensación de haberlo provocado, entonces subí a mi habitación y que quieté el sujetador y regresé a la fiesta.
Mis senos de bamboleaban cuando bailábamos, de pronto se acercó su esposa, le dijo algo al oído y ella se fue de la fiesta. Le pregunté a él si había pasado algo y me dijo que tenía que irle a ver a su hijo del aeropuerto y se había acercado a despedirse y a preguntarle qué si él se quería quedar, algo que obviamente pasó.
La fiesta duró hasta la madrugada. Todos se fueron menos el amigo de mi esposo, por cierto, su nombre es Diego.
Diego le preguntó a mi esposo si podía quedarse a dormir en alguna habitación para irse a la mañana siguiente, Mi esposo le dijo que si, que utilice la habitación que está al frente de la nuestra porque en la otra habitación está durmiendo nuestro hijo que vino a visitarnos.
Todos nos fuimos a dormir, pero antes de quedarnos dormidos, tuve sexo con mi esposo, imaginando que Diego estaba dormido, no me aguantaba los gemidos, mi esposo tiene un pene sabroso, grande, lleno de venas y sin prepucio. Cuando terminamos de culiar mi esposo me dijo "¿viste que guapa que estaba la esposa de Diego?" Yo me disgusté, pero no quería mostrar celos y preparé mi respuesta de contra ataque y le dije que si me fijé, es una mujer guapa y bien coqueta pero también me fijé en Diego, es un hombre atractivo y baila muy bien. Mi esposo guardó silencio y luego nos dormimos.
A pesar de habernos acostado en la madrugada, a mí me gusta levantarme temprano para preparar el desayuno, cuando abrí la puerta del cuarto, la habitación donde estaba Diego tenía la puerta cerrada, supuse que al igual que mi esposo se despedía bien tarde porque tomaron bastante. Nuestro hijo también se despierta bien tarde los fines de semana. Así que salí de mi cuarto vestida como siempre que estamos en casa mi esposo y yo, una camiseta de malla sin sujetador y nada más.
Bajé a la cocina para preparar el desayuno y para mi sorpresa al poco rato apareció Diego, no me puse nerviosa porque no esperaba que bajara alguien y olvidándome de que estaba sin calzón, me cubrí los senos.
Diego se me acercó y me dijo "que rica que estás" y me besó en la boca, al principio yo puse resistencia porque todo fue inesperado, pero enseguida sentí gran excitación porque sentí que estaba desnuda en la parte de abajo, entonces dejé de cubrirme los senos y lo abracé, mis pezones se pusieron bien duros y se salían por los huecos de la camiseta de malla. Diego metió las manos por abajo de la camiseta y me acariciaba los senos mientras me decía "que ricas son tus tetas, son enormes, son más grandes de lo que me imaginaba mientras bailaba contigo".
Entonces yo lo llevé a la sala, le bajé el pantalón y salió frente a mi cara una verga enorme y pesada, estaba levemente erecta y yo le comencé a mamar hasta que se puso bien dura, entonces yo me acosté boca arriba en el sofá, abrí mis piernas para que me meta la verga en mi vagina que estaba empapada de flujos, me levanté la camiseta para que pueda verme las tetas mientras me culiaba. Él metió fuerte su verga, mi gemido se debió haber escuchado en toda la casa, en ese momento no me importaba si mi familia seguía durmiendo, Diego me provocó muchos orgasmos en pocos minutos, mis tetas se sacudían con cada metida, casi sin poder hablar de lo excitada que estaba, le dije que me deje poner la n cuatro, sacó su verga de mi vagina y me dijo que primero me deje chupar las tetas. Me las chupó tan rico que era una combinación entre suavidad o fuerza cuando me mordía los pezones. Después me puso en cuatro y me dijo "que enorme culo, tus nalgas son tan anchas y blancas que te las quiero bañar de semen". Solo su propuesta me provocó una excitación tremenda que cuando me metió la verga en la vagina, a la primera metida tuve otro orgasmo. No sé cuántos orgasmos tuve, pero cuando él terminó me bañó las nalgas de semen y lo esparció con sus manos. Me di la vuelta acostándome nuevamente boca arriba y terminó de limpiarse la verga con mis senos.
Nos dimos un beso en la boca y regresamos a nuestras habitaciones. Ni mi esposo ni mi hijo se habían despertado. Yo me acosté junto a mi esposo bañada con el semen de Diego y me quedé dormida.
Mas tarde sentí que se abrió una puerta y era mi hijo que sin abrir nuestra puerta se despidió y se fue. Eso nos despertó a todos, mi esposo dijo que se iba a bañar y yo le dije que iba a preparar el desayuno. Cuando mi esposo entró a la ducha, aproveché que él se demora bastante y fui a la habitación donde está Diego y lo volvimos a hacer.
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