Hazme un guiño, uno solo, inventa la manera, la forma y todo lo demás. Un solo guiño que me haga saber que estás ahí, que sigues aquí y quitarme algo de este sufrimiento que padezco, que me tiene encadenada, presa de dolor. Un roce de tu mano, que me saque de la oscuridad de la noche, tunel de soledad.
Porque entiendo y no entiendo, siento y no siento, sé y no sé y de esa incertidumbre, salen solo gotas de rocío que me persiguen allá donde voy, que inundan mis ojos, mi alma, mi ser, mi corazón.
Y me pregunto ¿Por qué lo complicado se complica?¿Por qué, si ya es arduo de por sí?
¿por qué esta sinrazón no se termina, y por qué yo me siento así?
No entiendo este laberinto, confuso, difuso, largo, complejo ....y que cuanto más quiero salir, más me pierdo en los recovecos del miedo, del temor, donde ya no hay luz para encontrar la salida.
Y exhausta, me doy cuenta de que yo no tengo tijera que desenrede esta tela de araña , este caos, este ovillo enmarañado. Y lo peor de todo, es que no sé si la tienes tú o si se te ha perdido para siempre .
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