EL BÚHO Y EL ZORRO
By R.M.M.
Una noche de invierno se encontraba un búho descansando en la rama de un gran árbol, observando todo lo que pasaba en el bosque. De pronto, escucho un ruido debajo del árbol muy cerca de donde se encontraba. Con su vista privilegiada vio como un pequeño zorro caminaba con dificultad. Se veía asustado y tan cansado que apenas se mantenía en pie.
El pequeño zorro se acurruco en un hoyo cubierto de ramas tratando de recuperar sus fuerzas.
El búho voló sigilosamente y se posó sobre una rama cerca de donde estaba el zorro.
—Buenas noches, pequeño zorro—dijo el búho con su voz profunda.
El zorro asustado y sin poder ver quien le hablaba contesto.
—Buenas noches—con su voz temblorosa.
— ¿Qué haces solo en el bosque? —Pregunto el búho—. ¿Dónde están tus padres?
—Estoy solo, a mis papas se los llevaron unos cazadores— contesto llorando el pequeño zorro—. Yo alcance a huir antes que me atraparan.
—No sé dónde ir, ni que voy a hacer ahora. Creo que es mejor quedarme aquí y esperar a que el frio me duerma—dijo resignado el zorro, cerrando sus ojitos.
El búho al verlo débil, asustado y solo le dijo:
—No te preocupes pequeño zorro. Yo te voy a ayudar y te enseñare a vivir en el bosque.
Durante muchas noches el búho se juntaba con el pequeño zorro y le decía lo que tenía que hacer, donde encontrar agua y comida. También le contaba historias de antiguos zorros y como estos vivían en el bosque.
Fue pasando el tiempo y el pequeño zorro fue creciendo. Siempre escuchaba la voz de su salvador, haciéndole caso en todo lo que le enseñaba.
Con el tiempo el pequeño zorro se convirtió en un adulto y poco a poco dejo de ir al lugar donde el búho le enseñaba la vida del bosque.
El zorro conoció a su pareja y luego formo una familia, tuvo 2 hijas y 1 hijo de los cuales tenía que preocuparse y enseñarles a vivir en el bosque.
Una tarde de primavera, mientras el zorro le enseñaba a sus cachorros como buscar alimentos, vieron un ave que estaba en el suelo a los pies de un gran árbol.
El más pequeño de los cachorros se abalanzó y atrapo al ave, la que no opuso ninguna resistencia. Estaba resignada a su destino.
El papá zorro al acercarse se dio cuenta que el ave era un viejo búho que estaba herido y muy débil por no haber comido en mucho tiempo.
El viejo búho al ver al papá zorro y sintiendo que era su fin exclamo:
—Es mi fin, por favor terminen con mi sufrimiento— y cerro sus ojos esperando el final.
El papá zorro al escuchar su voz se dio cuenta que era su salvador y quien le había enseñado a sobrevivir. Con una mirada le indico a su hijo que lo soltara.
—Viejo búho, una vez tu ayudaste a un pequeño zorro a sobrevivir cuando se encontraba solo y asustado—le dijo con voz tierna—. Ahora llego el momento de saldar mi deuda contigo.
—Fue a mí a quien salvaste, viejo amigo.
Desde ese día, el papá zorro cuido del viejo búho y todas las noches se juntaban a contar viejas historias de zorros y búhos.
—“La amistad que florece en la adversidad perdura por la eternidad”—
— FIN —
R.M.M.
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