Mucha gente lo conoce cómo “Drácula”, por el roman homónimo de Bram Stoker.
En realidad, la sangre de sus enemigos no salía a base de mordiscos con sus afilados cornillos, sino cuando los “empalaban” (de aquí el apodo).
Desconozco las razones por los cuales, Bram Stoker, hizo del héroe de Romania un malvado vampiro; sólo se que la elección del personaje no ha sido aleatoria: Vlad el Empalador era muy famoso en la Edad Media, porque decían sobre el que era un Templario, que había ocultado el tesoro de los templarios.
Todos los reinos de la época, lo buscaban.
Lejos de ser un tirano (cómo lo describe en el roman), era muy derecho y justo (ojalá podríamos encontrar más cómo el), ya que en su tiempo, podrías dejar un saco de oro en la calle, y lo encontrarías en el mismo sitio incluso después de una semana.
Hay muchos que asocian su nombre con el Vlad, el Empalador, para entrar en la posesión del tesoro.
De todas formas, el tesoro pertenece a los Templarios.
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