Algunos muertos (3): Son las 10:40 AM

-Son las 10:40…

-Nadie está en mi entierro.

-¿Dónde está el cortejo que me prometió ese buen hermano? Le pagué mil soles por llevarme a hombros diez robustos brazos; y otras mil monedas por seguir mi estela hasta el cementerio treinta plañideras del pequeño pueblo.

-¿Dónde está el cortejo? ¿Dónde las banderas de adiós a su alcalde? ¿Dónde está la banda de músicos jóvenes que toquen esas marchas que fúnebres suenan?

-¿Dónde están los lloros…?

-¿Y dónde mis cirios y el resto de velas…?

…

-Son las 10:50…

-Nadie viene a verme.

-¿Dónde me han dejado las malditas hienas...? Huele a podredumbre, a pedos y a mierda…

-Y a ese olor tan raro que casi marea.

-Pero… ¿cómo…? Le pagué también la buena madera de una caja acorde con telas de seda…

-¡Y tampoco está….!

-¡Maldito tú seas, rata sinvergüenza…! Todo ha sido ahorro para tu despensa. ¿Así tratas al hermano que tanto te aprecia?

-¿Dónde está el sepulcro que pagué a conciencia?

-¿Y dónde las coronas de flores excelsas?

-¿Dónde mi liturgia? ¿Dónde mi requiescam…?

…

-Ahora son las 11:00…

-Nadie se oye hablar.

-Todo está muy frio, en mórbida calma, a oscuras; o al menos mis ojos no aciertan a ver claridad alguna.

-Pero… espera… espera… Quizás llegue alguien…

-Se escucha una puerta…

-Sí… Es el chirriar de un gozne en alerta…

-La luz se ha encendido y alguien se acerca… Se oye un crujido y un rechinar…

-Parece una sierra con su crepitar…

-¿Quién eres…? ¿Dónde estás…?

-¡Ah, si…! Ya te veo… De blanco impoluto, como un bello ángel…

-Pero… Pero…

-¡Maldito!... ¡Maldito!

-¡Vendiste mi cuerpo para disecciones!

-¡Aggg… Maldito bastardo…!