La primera vez de Belén

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- Podes pasar.
Finalmente, le dijeron a Belén, quien había pasado los 15 minutos más largos de su vida sentada en aquel solitario pasillo. Se levantó de su asiento y despacio, intentando disimular lo más posible su nerviosismo. Dio unos pasos dentro del camarín, de pronto pudo sentir como una gran explosión dentro suyo, sintió como si su corazón quisiera salir de su cuerpo. Allí estaba ella, todavía más perfecta de lo que jamás habría imaginado. Lali se le acerco con su habitual tranquilidad y sonrisa, le dio un fuerte abrazo como si la conociera de toda su visa.
- No me dijeron que eras tan linda.
Dijo Lali, con sus manos todavía sobre los hombros de Belén, ella quiso responder algo, pero su nerviosismo no se lo permitió.
- Vos tranquila, respira profundo y relájate.
Lali le frotaba con sus manos los hombros de Belén para tranquilizarla.
- ¿Cómo te llamas?
- Belén.
Respondió con la voz algo temblorosa.
- Tenes un nombre muy lindo.
Sonrió y unas lágrimas recorrieron el rostro de Belén, Lali la volvió a abrazar y le dio un beso en la mejilla, luego, con un brazo todavía rodeándola, caminaron y se sentaron en un sillón que allí había.

- Te amo Lali, sos la mejor del mundo, la más linda, me gustan todas tus canciones y todo lo que haces…
Intento hablar lo más rápido posible, antes que la vos le volviera a fallar, mientras las dos se encontraban sentadas una junto a la otra en el sillón. Lali le sonrió mientras le acomodaba en cabello.
- Vos también sos muy linda.
Lali, sin quitarle su mano sobre el rostro de ella, se inclinó un poco y apoyo sus labios sobre los de ella. Belén sintió una electricidad que le recorría todo el cuerpo, era el momento más feliz de su vida.
- ¿Puedo darte un beso?
Pregunto muy despacio Lali, con su rostro casi pegado al de Belén, ella solo pudo contestar con una gran sonrisa. El beso de Lali fue todavía más increíble de lo que había fantaseado. La suavidad de sus labios, sus narices tocándose delicadamente, la humedad y el calor. Podía saborear el interior de su boca, su lengua, el dulce labial que llevaba. Fueron los segundos más hermosos y placenteros que Belén había sentido en su vida.
- Lali… quiero que me hagas mujer.
Dijo, todavía con los ojos cerrados, entre susurros y suspiros. Lali sonrió y le volvió a acariciar el cabello.

Belén se recostó en una cama que allí había boca arriba. Volvió a estar tan nerviosa como al principio. Lali se recostó casi sobre ella, las dos, con sus rostros casi pegados, se miraron por unos momentos sonriendo y volvieron a besarse, esta vez con más intensidad. Las manos de Belén recorrían la espalda de Lali.
- ¿Tuviste algún orgasmo alguna vez?
Le susurró al oído a Belén.
- Creo que sí.
- Si crees que tuviste uno, es que nunca tuviste uno.
Le respondió con una suave risa.
Lali bajo hasta quedar enfrentada a la entrepierna de Belén, le subió la pollera, y paso suavemente la punta de sus dedos por sobre la ropa interior. Todo el cuerpo de Belén tembló y un pequeño gemido salió de su boca. Lali le quito despacio completamente la ropa interior y con sus dedos acaricio todo alrededor de su vagina de Belén, quien tembló aún más. Le beso las piernas, y luego con su lengua pegada a estas, la fue subiendo hasta pasarla sobre la vagina. Luego puso sus pulgares sobre esta para separarle un poco los labios e introdujo la punta de su lengua. La movía en círculos saboreando su virginidad. Belén suspiraba cada vez más, su espalda arqueada, casi en el aire, y todos sus músculos tensados, mientras sus dedos se hundían en la cama.
- ¡Lali!
Casi grito Belén mientras comenzaba a acabar, todo su cuerpo temblaba, Lali había tomado con fuerza los muslos de ella, mientras su lengua seguía dentro de Belén. Cuando finalmente termino, Lali volvió a subir su rostro hasta Belén, la miro con una sonrisa y le dio un beso.
- Todavía falta algo para que seas una mujer.
Belén asintió con su rostro, ahora algo seria.
- Vos simplemente relájate.
Le dio un beso en la frente, y sin dejar de mirarla, bajo su mano hasta la vagina de Belén y comenzó a introducir despacio sus dedos.
- Tranquila, está todo bien.
Tranquilizo Lali a Belén, quien se encontraba seria. Lali siguió introduciendo sus dedos hasta quedar completamente dentro de ella y atravesar su himen. Belén, en ese momento se quejó un poco, pero Lali le tomo el rostro.
- Ya está, ya sos una mujer, una hermosa mujer.
Le dijo con una gran sonrisa, Belén se relajó un poco y volvió a sonreír, así como también algunas lágrimas brotaron de sus ojos.

Cuando Belén se comenzaba a levantar de la cama, noto que Lali tenía todavía en su mano la ropa interior de ella.
- Yo me voy a quedar con esto sabes, para poder acordarme siempre de vos, ¿sabes?
Belén sonrió.


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