Cuentos de la abuela. (bebe1-2)

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                                                             El  BEBE (1-2)

 

Los niños estaban deseando que fuera la hora de ir a casa de la abuela, esta vez, se quedaran todo el fin de semana, pues los padres tenían que ir a ver a sus otros abuelos ya que la mama de su papa se encontraba enferma. Los cinco hermanos estaban ansiosos, nerviosos  de volver con la abuela, pues deseaban que siguiera contando el cuento. Cada uno  preparo una mochila, metieron un pijama, el cepillo de dientes, unas zapatillas y un peluche que abrazaban cada uno para dormí. Se subieron al coche y pusieron rumbo a casa de la abuela.

–Llaman al timbre y gritan; abuelaaaaaaa abre estamos aquí. A la abrir, entraron y  fueron a la cocina, prepararon un gran vaso de agua  y se sentaron todos en el comedor. La abuela despidió a los papas de los niños, cerró la puerta y dirigiéndose al comedor se sentó en su mecedora. Uno de los niños el más grande que tenía 8 años le dijo;

-- sigue abuela con el cuento y toma tu vaso de agua para que bebas si te da sé. La abuela así lo izo y comenzó su relato.

Todos los seres del bosque votaron y aceptaron a la niña, tanto los animales como los seres mágicos, uno dijo ¿habrá que buscarle un nombre?, otro  expreso,  tendremos que seguir todos unas pautas  y lo más importante, será un trabajo para  todos. El Hada dijo; está bien se quedara en  el bosque,  aceptándola  como un miembro más, teniendo que respetar las leyes y la convivencia en común con todos, en armonía dentro de un orden. Todos la cuidaremos, la protegeremos y la educaremos. Su nombre será Anjara,  quien  posee este nombre se dice que  es dulce, bondadosa y suelen estar rodeados de grandes misterios. Al acabar, empezaron a desaparecer poco a poco. Un gran lobo blanco que parecía el jefe de su especie, se espero acercándose a la niña y  le dijo;

-- ven cógete y trepa a mi lomo.

Salió a galope y la niña con tan  solo dos añitos parecía que su cuerpecito estaba unido al de su compañero de juegos. Daba saltos y jugaba en su lomo, hasta llegar a una colina donde se veía a lo lejos Sierra Nevada, abajo  La Alpujarra, a la distancia y en círculo, unas cuantas casas y todo rodeado de un gran bosque, con muchos animales revoloteando , por toda la zona. El lobo se detuvo en lo alto de la colina y empezó a verbalizar a la niña;

--ahora no lo entiendes, ahora solo quieres juegos, pero llegara un gran día que tendrás que enfrentar todo lo que está por venir.

En ese momento miro hacia tras y la niña estaba agarrada a su cuello y dormía muy placentera, se veía tan dulce, tan ignorante  al futuro que le estaba guardando el destino. El gran lobo hizo un sonido y apareciendo la Hada y la Ninfa les dijo;

--no sé cómo hemos llegado a esto, tampoco sé qué hiciste para salvarla, ni que magia usaste, pero que sepáis que nos espera un gran trabajo, pues uno de los grandes don que tendrá será controlar la vejez, esta niña envejecerá y morirá cuando ella desee, otro don es utilizar la telepatía, ella nos puede llamar aunque nos encontráramos en otro continente, para ella no habrá fronteras, y vete a saber que descubriremos más cosas que podrá hacer. En una palabra mi gran amiga Hada, todos estaremos en sus manos en un futuro no muy lejano. Dicho esto le   dio la niña y desapareció como un relámpago.

La niña fue creciendo, teniendo siempre mucho amor, cariño y  compañía, nunca estaba sola. Un día estando jugando con  sus  amigos  los  duendes, se resbalo y estuvo a punto  de caerse por un barranco, en ese preciso momento las ramas de un árbol  que se encontraba situada debajo de la colina, la sujetaron en el aire y entre risas y juegos, el árbol la puso en el suelo. La niña abrazo al tronco tan fuerte  que el árbol se le empezaron a caer las hojas,  en ese preciso momento el árbol le dijo;

--Anjara  no tan fuerte, o me partirás por la mitad. Contestándole ella;

--Perdóname, no quise apretarte solo quería abrazarte. Ahí fue donde descubrió que también era más fuerte de lo normal.

Uno de los nietos más pequeños le dijo;

--abuela ella no podría abrazarte como lo hago yo, levantándose y abrazándola. Estando los dos fundidos en un abrazo la abuela le explico que el poder de la fuerza término controlándolo y nunca más le hizo daño a nadie por un abrazo de cariño y agradecimiento, como estamos ahora tú y yo mi vida. Dándole un beso y siguió con el cuento.


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