En la tormenta 2/2

Subí la persiana de la puerta del balcón, vi la lluvia caer y el viento azotar árboles y farolas y el resplandor del relámpago entre las densas nubes oscuras. Algunas luces permanecían aún encendidas en los edificios de la ciudad, a pesar de ser ya entrada la madrugada. La lluvia y el viento eran violentos. Poco después… se fue la electricidad.

Tanto mi apartamento como las calles de la ciudad quedaron a oscuras, iluminadas de vez en cuando por el resplandor de la tormenta. Aquel aterrador espectáculo me tenía hipnotizado y por alguna extraña razón, decidí salir al balcón.

Allí el sonido de la tormenta era más intenso, la lluvia golpeaba todo con un sonido rítmico e intenso, el viento aullaba como un lobo famélico, los relámpagos iluminaban la noche y el trueno sonaba por encima de aquella orquesta de la naturaleza, como el rugido de una bestia furiosa.

De algún modo me sentí atraído por aquel espectáculo, aún cuando sentía un terror incontrolable, ante aquella fuerza devastadora que se cernía sobre mí. No podía apartar la vista, fue entonces, cuando lo vi.

Por entre las nubes negras, un relámpago verdoso las atravesó, rápido, fugaz, pero claramente distinguible si se estaba observando. Dudé por un momento, si lo que había visto había sido real, o sólo el producto del aturdimiento del sueño, me froté los ojos y volví a mirar. De nuevo lo vi, pero esta vez fueron dos en direcciones distintas, dos relámpagos verdosos surcaron las negras nubes de lado a lado, como un barco en un mar agitado y bravo. Miré extrañado aquel misterio de la naturaleza, preguntándome cómo aquello sería posible, qué fuerzas devastadoras podrían provocar aquel cambio de tonalidad, haciendo que las nubes brillasen con un tono verdoso. De nuevo las nubes vibraron con un destello verde y un rayo golpeó la tierra. Se estremecí al sentirlo, las nubes volvieron a iluminarse, verdes, esta vez rítmicamente, como si fuesen el latido de una bestia del firmamento, una, dos, tres veces de forma rítmica, iluminando la noche en un verde brillante. Observé atónito aquel espectáculo demencial, cuando vi, o creí ver algo entre las nubes.

Se que parecerá una locura, el sueño de un demente tal vez, pero juro que vi un ojo monstruoso y violeta entre las nubes furiosas, distinguí claramente su parpadeo y su silueta grotesca entre las nubes negras. Algo gigante y aterrador avanzaba oculto entre la tormenta, vi sus largas extremidades asomar de vez en cuando por entre las nubes, algo parecido a un millar de tentáculos grises, que se retorcían y doblaban sobre si mismos; he dicho que vi un ojo, pero cuando su cabeza no pudo ser contenida por las nubes, pude ver que en ella habían varias hileras de ojos bulbosos y violetas, que recorrían su cara de forma vertical y sin orden, al igual que lo que supuse seria su boca, que se abría de forma vertical también, mostrando varias hileras de dientes; vi caer rayos a la tierra con cada lento batir de sus membranosas alas, y su agudo y aterrador chillido, se mezclaba con la furia del viento. Aquella cosa pasó justo por encima de mi y me vi obligando a seguirla con la vista. Con cada relámpago pude ver casi a través de esa criatura, vi las cosas que se movían y retorcían dentro de ella, las cuales evitaré mencionar aquí, pues se que nadie me creería…

Aquel ser siguió si lento avance por la ciudad, hasta que se perdió por detrás de las lejanas montañas, emitiendo un leve resplandor al cielo cuando los picos distantes la ocultaron.

Hoy me estremezco mas que nunca cuando siento una tormenta en la distancia, pues he visto cosas en ellas que no deberían ser. He visto el horror en las nubes y sin duda, he sido testigo de aquello, que habita en la tormenta.

Puedes escuchar este relato en audio en mi canal de Youtube:

https://youtu.be/XBauu3_jaaM?si=nAreTlttGsq-lyxz