Un regalo de cumpleaños
Por Laura 333
Enviado el 01/08/2024, clasificado en Adultos / eróticos
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Había llegado el verano y una fecha que no podía dejar pasar por alto, el cumple de mi mejor amigo Lorenzo, ese día fui hasta su casa por la tarde, abrió la puerta.
- Hola Laura que sorpresa tu por aquí.
Me dio un beso en la frente como siempre.
- Lorenzo es que olvidaste el día de hoy.
- Claro que no, solo bromeaba contigo, realmente te esperaba desde esta mañana, pasa a la terraza y ponte cómoda.
Seguí detrás de él y en la terraza ocupé un sillón bajo una sombrilla, sin decir nada él entró en la casa y regresó con dos cervezas en la mano.
- Aquí tienes, está bien fría.
Hablamos de muchas cosas y debe haber pasado más de dos horas. El me pidió que le ayudara a preparar una cena para los dos, porque estaba solo por haber roto con su novia hacia 6 meses.
- Lorenzo, que te pasó con esa chica, hacían una linda pareja.
- Solo me quería para pasar el rato y no estaba para nada serio, dijo él algo triste.
- Bueno Lorenzo sabes que somos amigos desde la infancia y tú sabes todo de mí, hoy es un día para que no estés sólo, me quedaré y cenaremos juntos.
Tengo 30 años y el 33 y siempre nos tratamos con mucho cariño y respeto.
Nos fuimos a la cocina y comenzamos a organizar las cosas, al poco rato le note impaciencia.
- Lorenzo que pasa, te sientes mal?
- No pasa nada Laura es que hace rato quería preguntarte algo.
- Tu dirás, soy toda oídos.
- Laura aún te gusta andar desnuda.
Me quedé en silencio por un momento, realmente no sabía que responder.
- Lorenzo, hace tiempo que no lo hago, mi nuevo trabajo me ocupa todo el tiempo, es que deseas verme desnuda.
- Bueno no lo tomes a mal, solo lo decía para que estés cómoda un rato.
- Tú y yo nos hemos visto desnudos muchas veces Lorenzo así que no veo nada de malo en estar desnudos.
Allí mismo nos desnudamos y sin decir nada él tomó toda mi ropa y la dobló con mucho cariño y la llevó a su cuarto.
Cuando regresó venia algo nervioso porque tenía erección, yo estaba de espalda y no lo había notado.
- Lorenzo que haces, que te tapas, giré la cabeza y vi que tapaba su pene.
- Ahh, es eso, por favor no seas bobo, sabes que he visto tu pene muchas veces y sé muy bien como es.
Parece que eso le dio más confianza y así fuimos preparando la cena poco a poco, riéndonos y haciendo chistes de su pene, el me rozaba algunas veces las nalgas y yo aprovechaba para masturbarme la vagina delante de él.
- Laura aún te gusta masturbarte?
- Si Lorenzo, es lo único que hago porque ya sabes que pareja no tengo.
- Bueno Laura la cena está casi lista, toma un baño y te vistes que tu ropa está en mi cama.
- Lorenzo en todo este tiempo no se te ha bajado la erección, mejor vamos y tú también te masturbas.
- No sé, es que tú, ya sabes.
- Que no se hable más, ya está decidido, le dije yo muy tranquilamente.
- Esta bien, pero debemos venir a revisar lo que falta de la cena.
Nos fuimos a la terraza y me dijo:
- Laura cómo lo quieres hacer?
- Nos sentamos uno frente al otro y lo vamos haciendo.
Así lo hicimos y fuimos calentándonos poco a poco.
Yo sabía el tiempo de él venirse y le dije:
- El primero que se venga le toca fregar los platos.
Nos pusimos de pie y corrimos a la cocina, preparamos todo en la mesa y le dije:
- Quiero decirte algo Lorenzo, sé que lo deseas mucho, y no dejaré que pase el día de hoy sin que hagas el amor, le tome la mano y fuimos a la terraza.
Me acomodé en el suelo y el encima de mi muy delicadamente, fue bombeando con cuidado y lo hacíamos riéndonos y yo diciéndole como me gustaba, nos vinimos los dos juntos y fuimos a bañarnos.
Cenamos desnudos los dos muy tranquilamente, esa noche me quedé en su casa haciendo el amor hasta el amanecer.
Regresé unos días después a su casa llevando una maleta de ropa conmigo porque me quede a vivir con él por 5 años, siendo marido y mujer.
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