Hoy te vi, tú pelo negro azabache, con esos destellos blancos que brillan al sol, bajo tu nariz ese gris que avanza poco a poco dejando ver tus años, tus ojos cada día más grises nublando tu mirada juvenil, tu sonrisa siempre sincera y llena de amor, el perfume que dejas al pasar, esa ropa que te gustaba usar…
Pero al mirar vi que no eras tú, el color de su ropa era distinto, su porte también…
Pero por un momento te sentí junto a mí, y eso lleno de amor y tristeza mi corazón…
Han pasado tantos meses desde la última vez que te tuve en mis brazos…
Cada día es una lucha en tú ausencia…
Poco a poco avanzo…
Pero no puedo evitar llorar al recordarte…
Sentir como se aprieta mi pecho…
Ellos han sido mi mayor compañía y apoyo…
Mi razón de ser fuerte…
Aunque se me parte el alma cuando a veces te buscan…
Al menos ya puedo hablar de ti sin que se me corte del todo la voz…
Puedo fingir que estoy bien…
Pero aún me dueles demasiado…
Extraño cuando llenabas de besos mis mejillas…
Tus juegos…
Tú compañía…
Tus ronquidos en la madrugada…
Y cuando te abrazaba al sentir que tenías pesadillas…
Extraño todo de ti…
Verte al llegar de un largo día…
Saber que tú siempre me estabas esperando…
Darte las cosas ricas que te gustaban para comer…
Podría seguir…
Pero mi duelo por ti está aún en nuestra casa…
Él pequeño después de tantos meses ha vuelto a dormir conmigo, a él le costó más volver a subir…
Ella a sido mi pilar, cada noche duerme conmigo, para que no me sienta sola…
Tan bellos, y yo siento que no los he podido apoyar…
Porque ni yo me he sentido apoyada…
Se que debo seguir, y quizás con los años valla siendo más fácil, me dicen por ahí…
Pero todo a mi ritmo, no dejaré que nadie me presione con mi proceso…
Te extraño cada día, mi bella cachorra, mi viejita preciosa, que ahora disfrutas el otro lado del arco iris…
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