JUGA PRIMA ... JUGA III
Por Emivera60
Enviado el 30/07/2024, clasificado en Adultos / eróticos
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Entre mí decía -esto no será otro juego como el de aquel verano?
Pero no. Ella me dijo abiertamente que fui algo muy importante para ella, que tuvo mucho miedo a enamorarse como sentía y también tenía temor a quedar embarazada si teníamos relaciones.
Esa deuda más que tener una relación era decirme todo lo que sintió y como se negó a continuar con lo nuestro.
Que diosa tenía encima mío. Por favor!!!
Rápidamente me quedé desnudo como ella. El frotarnos y franelear era terrible.
Sin querer nos deslizamos sobre una alfombra.
Su boca la había degustado, fui a sus pechos, una aureolas grandes y pezones duros comencé a devorar, seguí bajando por su vientre, iba a encontrarme con sus pelos negros, pero no… estaba depilada a buen a ras y una trompa ya jugosa afloraba.
Ni idea del tiempo que la mame, solo sentía que sus manos apretaban mí cabeza contra ella para que siga devorándola. Cada tanto un juguito me regalaba y con que gusto lo tragaba, ante cada espasmo que tenía.
Se acomodo lentamente de tal manera que llego a mí verga y nos prendimos en un 69 infernal.
Además de ser una potra era una yegua chupando y dejándose mamar.
Sus gemidos me ponían loco.
-Dame tu leche amor, y chúpame más que te doy más de la mía.
Nos aferramos el uno otro y creo que hasta brincamos hasta acabar.
Yo ya había tragado, pero seguía porque Beatriz seguía largando su leche.
Ella trago la mía y no soltaba mí pija.
Como chupaba y lamía !!!
Así estuvimos un buen rato sacándonos la última gota.
-estoy agotada, me dijo sonriendo.
-y yo ni te imaginas, le respondí, que preciosa sos Bea, como me fascina estar con vos. No quisiera que pasé el tiempo.
-si mi me encanta como sos, tan dulce, tan suave, tan hombre, no sé cuántas veces me hiciste venir. Tu pito creció no?
No me importaba el tamaño de la pija yo deseaba más de ella. Cogerla!!! Que me cogiera!!!
Nos levantamos besándonos, fuimos al baño y cada uno con un toallón como única ropa volvimos brindamos y comimos con ganas. Comimos, pero igual seguíamos tocándonos.
Terminamos y volvimos al sillón, besos y besos, manos por todos lados, sus tetas que delicia, esos pezones!!! Acariciarla toda. Ese orto que me volvía loco.
Ella hacía lo suyo, pero no soltaba la verga.
-vamos al dormitorio, dijo.
Fuimos una sommier enorme … fue tirarnos y yo baje otra vez a mamarla.
Solo un rato porque apenas se empezó a mojar me dijo: -cógeme por favor no aguanto más.
Me alcé, ella misma agarró la pija y se la metió muy lentamente como gozando cada milímetro.
Yo solo la dejaba hacer.
Le entró toda se dio cuenta y gimió.
Me dijo: -ahora si amor haceme lo que quieras.
Con suavidad, pero entrándosela toda y sacándosela toda afuera, se ponía loca y pedía más.
-garchame amor cógeme…
Y fui acelerando mientras mamaba sus pechos, se la entraba derecha y cuando la volvía a entrar me tiraba hacia la izquierda y en la otra a la derecha. Cosa que la sintiera en todos lados.
Parábamos y nos reacomodábamos, subió sus piernas en mis hombros y quedo su concha abierta, que era hermosa y parecía que pedía pija.
Otra enterrada que fue más profunda. Y darle de nuevo. Ella se movía tratando de que en cada movida le entrara más.
Yo le miraba a su cara y estaba desencajada. Los ojos se abrían y se escapaban para atrás. Su cabeza se movía como diciendo que no. Yo seguía disfrutando todo.
Ya se me venía la leche, me frenaba y le decía:-para para un poquito.
Ella sabía que si se movía yo acababa.
-no paro y acabame adentro … y empezó una carrera hasta que acabamos los dos.
Otra vez exhaustos. Otra vez besándonos con la poca fuerza que nos quedaba.
Me había cogido a mí prima. Después de tantos años y recordando el jugueteó … cogió y como!!!
Nos tapamos y nos dormimos muy abrazados.
Yo ni enterado en que mundo estaba.
A la madrugada me desperté y ella dormía haciéndome cucharita y ese culo apoyado en mí.
No quise despertarla, pero comencé a acariciarla toda.
Seguía yo en otro mundo.
Le abrí las nalgas y dejé mí verga entre ellas.
Se fue despertando. Estaba calentita. Se refregaba y más me daba el culo.
No hablábamos, pero tomé distancia y le puse la cabeza en el hoyo del orto.
La iba a sentir y ahí vería si quería o no.
Ronroneaba. Seguía retorciéndose y abrió las nalgas con sus dos manos.
Indudable ella y yo queríamos por el culo.
Me baje a chupárselo, porque me encantaba y para lubricar. Mientras se lo mamaba jugaba con un dedo. A ponerlo y sacarlo y trasladar la saliva.
Ella estaba quieta pero receptiva.
Fueron dos dedos … fueron tres dedos…
Era tan frontal que me dice:- proba a ver si entra.
Le hice caso. Cuando le entró la cabeza le molestó y me pidió de esperar.
-chupame más que ya se lo traga.
Bajé de nuevo y vuelta a chupar a llevar sus jugos de concha al orto y se lo empecé a pajear hasta que los 3 dedos entraban cómodos.
-ponemela cielo.
Subí. Le entró la cabeza y muy despacio fue entrando toda.
Muchos quejidos .. no sabía si eran de dolor o de caliente y sentía que le entraba.
Hice tope.
Ahí me quedé como contenido por ese culo.
Ella se quedó tranquila sin moverse, solo se acomodó y sin sacar la pija se puso boca abajo con lo cual pude quedar montado, esos glúteos en mi vista.
De a poquito se empezó a mover y a sacar la cola para fuera con lo cual ya no entraba más.
Ella con el culo contra mí y yo haciendo fuerza para que la tuviera adentro y gozara.
Así fuimos cogiendo muy suave, muy tranquilos, señal que estábamos gozando.
Ese ritmo lento y acompasado lo mantuvimos un buen rato.
Cada tanto le abría las nalgas y le mandaba una escupida en mí verga para que la saliva bajará y mantuviera la cola mojadita.
Le encantaba sentir la escupida y el abrir y cerrar de las nalgas.
Cuánto goce teníamos, parecíamos dos gatitos haciendo ronroneos.
Así me enseñó como hacer un culo y que ambos nos sintiéramos plenos y llenos.
Sin pensar en la cogida fuimos acelerando el ritmo, cada vez más.
Volvió a frenar y me pidió que me quedara quieto que se iba a arrodillar.
Le Obedecí, siempre manejo ella las situaciones.
Se puso en.4 otra vez la saliva …otra vez enterrarla toda … otra vez a tener ritmo. Ese andar que uno pierde la noción de todo y le da y le da y le da y entre lo que se siente y los quejidos que ella emitía, más el golpeteo entre mis ingles y sus glúteos, elevaban la calentura.
Yo estaba más que ardiendo para acabar, pero quería que ella se venga.
Mi pensamiento la llevó a frotarse la concha con su mano. Estimo que un par de dedos se metió y ahí me dijo vamos cielo hacerme terminar dame toda!!!
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