Reencarnación Interestelar
Por Luis R.
Enviado el 30/07/2024, clasificado en Ciencia ficción
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Omoto dirigió su nave hacia el extremo de la galaxia donde había un planeta azul similar al suyo, pero más pequeño. Muchos de ellos cuando dejaban la vida física tomaban un nuevo cuerpo en la raza que habitaba el tercer planeta de ese sistema. Kasia había dejado su vida y Omoto siguiendo su rastro mental, se dirigió hacia la Tierra.
La nave era prácticamente invisible dado su tamaño. No era más grande que un milímetro cúbico. Evidentemente Omoto no iba en ella, él estaba en su planeta y desde allí dirigía todas las operaciones. El enlace con la nave era una nueva combinación de tecnología mental. Ya no se necesitaban transportes físicos para ir a algún lugar. Los Fractales habían descubierto como estar en cualquier sitio de la galaxia de forma virtual. Descubrieron como enviar objetos de pequeño tamaño, en los que había un gran número de subsistemas denominados UniCentros, que ponían al descubierto todo lo que existía en el lugar a dónde habían sido enviados.
Omoto tenía un dispositivo implantado que le permitía estar allí de manera virtual dónde estaba la nave y proyectar su forma en ondas luminosas. Podía estar en el lugar, pero no podía interaccionar con la materia. Sin embargo, podía comunicarse de manera muy primitiva, a través de algunas emociones y sensaciones.
En breve llegaría allí dónde los UniCs concluyeron que Kasia se había reencarnado. Sabía que ella no recordaría nada, pero muchos antes que él habían conseguido la comunicación con ciertas técnicas que pondría en funcionamiento.
La nave iba equipada con doce mil UniCs. Podían funcionar como Uno o individualmente en diferentes funciones y lugares. También dominaban ciertos aspectos del flujo temporal, con pequeños saltos hacia el pasado. Pero descubrieron que generaban nuevas líneas que iban en direcciones paralelas, en las que se producían acontecimientos no deseados. Dejaron de usar la tecnología temporal para desplazarse, sin embargo, no la abandonaron. Se dedicaron a observar los numerosos resultados en condiciones diferentes, es decir, veían literalmente cualquier pasado.
La nave llegó a algún lugar de Andalucía y se instaló entre los olivares de la ladera de una montaña. Desde allí serían enviados los UniCs a una casa de los alrededores, dónde creían que estaba la mente de Kasia.
Cada vez que salían a investigar y observar emitían una tenue luz al separarse de la nave que estaba entre las ramas de un olivo.
Esto fue lo que observaron unas jóvenes que estaban paseando por el olivar.
- Que luz más rara - dijo María
- Síii, este porro está buenísimo - espetó Xisca tosiendo y riéndose
- Bueno venga, que se os va la pinza - sentenció Loli
Las tres se dirigieron hacia la luz misteriosa.
- Allí - señaló Xisca.
Y hacia allí se fueron a paso ligero...
- Flipante - dijo una, qué maravilla de luz. Parece la Virgen, dijo Loli echando el humo hacia la luz.
Mientras tanto, los UniCs revisaron toda las actuaciones que tenían en la memoria de expediciones anteriores. Las humanas que estaban bajo la nave, parece que querían boicotear la misión con gases peligrosos.
Se analizó rápidamente el gas y arrojo resultados inesperados que los ponía a todos en peligro. Contenía un veneno llamado Tetrahidrocannabinol que alteraba la conciencia y hacía que vieras cosas que no existían.
Entonces el UniC "AQR66", encontró unas imágenes del pasado de tres humanas que confundieron las luces con una de sus diosas de nombre Virgen. Decidieron proyectar en forma de luz la imagen de aquella diosa, esperando que se fueran de allí a toda velocidad.
Pero la cosa fue a peor, las tres chicas cuando vieron la imagen en forma de luz, se empezaron a descojonar de la risa creyendo que el porro las hacía alucinar. Así que, a cada calada que daban, echaban el humo a la imagen de la Virgen y más se tronchaban de la risa ¡jajaja!
Omoto no sabía que hacer, parecía que cualquier cosa que hiciera le iba a salir mal. Así que decidió situarse en otro lugar. La luz desapareció y para las tres chicas todo volvió a la normalidad. Pero ellas no se conformaron y empezaron a flipar un poco con la posibilidad de que la Virgen fuera de verdad y entonces todo el cachondeo se vino abajo, y ya no les pareció tan bien.
Se fueron todas compungidas hacia el pueblo decidiendo de antemano que hablarían con el cura a ver qué pasaba. Lo que vino después nos aleja un poco del relato de Omoto, pero con el tiempo, allí se hizo un santuario en honor de la Virgen de la Oliva.
Mientras tanto, la nave se instaló más cerca de la casa dónde se suponía que estaba la reencarnación de Kasia y los UniCs se desplegaron en su búsqueda. Analizaron a los seis humanos que habitaban el lugar, pero en ninguno de ellos estaba la mente de Kasia, quizás vive aquí pero ahora no está, concluyeron.
Sin embargo, Omoto insistió en buscar a fondo y nuevamente los UniCs rastrearon el lugar hasta el más mínimo detalle. AQR66 se dirigió al gallinero y para su sorpresa encontró la mente de Kasia en una gallina. Omoto acudió en forma de luz y observó a la gallina por si encontraba algo familiar en aquel ser. La mente estaba alli, lo notaba, pero no sabía cómo comunicarse, no entendía el lenguaje que emitía la gallina:
¡Co, co, co! ¡Co, co, co!
Buscaron en sus archivos, acudieron a la memoria cuántica y a los recuerdos translúcidos, pero no encontraron la forma de traducir el co, co, co...!!!
Así "estaban" en el gallinero Omoto, con su imagen de luz del tamaño de la gallina y unos cuantos UniCs, cuando apareció una hembra humana adulta. Se disiparon enseguida para no ser descubiertos y observaron.
La mujer se dirigió a las gallinas, señaló alguna emitiendo algún murmullo y tomó por las alas a la gallina Kasia, agarró su cuello y se lo retorció, la gallina emitió dos espasmos y la palmó. Luego se fue para la casa dejando allí un nuevo drama para la pandilla de Omoto.
La mente de Kasia desapareció y no les quedaba otra que volver a hacer los cálculos para ver hacia dónde se había ido. Esperan que su nueva reencarnación se produzca en un ser normal y no se complique tanto.
Aquella noche la familia López cenaba pollo al horno con patatas fritas, mientras que la nave surcaba nuevamente el espacio hacia cualquier dirección buscando la mente de Kasia.
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