Celebrando 25 años como swingers Cap. 4

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Bueno, con Andrea y Alberto ya éramos 24 para nuestra gran celebración swinger. Sólo nos faltaba un participante. 25 años como swingers y 25 amigos en una gran orgía. No había mejor forma de celebrar.

Las siguientes opciones para conseguir el número que deseábamos eran Lucía, nuestra vecina; y Luis un conocido del gimnasio. Pero ninguno de los dos cumplía con nuestros requisitos. Es más, resultaron ser del tipo de personas con las que no sólo no somos compatibles en personalidad mucho menos para sexo en grupo.

Mi esposa Victoria se reunió con Lucía para sondear su posible participación, ya que ella daba señales de ser una mujer "libre", divorciada y de muy buen ver. Era graciosa, educada, inteligente y sexy. Y cuál fue nuestra sorpresa que resultó una mujer muy disfuncional. Ya platicando de "mujer a mujer" se mostró como una divorciada misándrica y con un odio profundo a todos los hombres, llena de resentimientos contra su ex y por proyección a todos los demás hombres... y también era misógina, en el sentido de creer que todas las mujeres eran "putas" (y con un odio a la joven que le quitó el marido). Así que Victoria inmediatamente la descartó.

Entonces yo platiqué con Luis en el gimnasio y después de un par de minutos me quedó completamente claro que era 100% homosexual (ya eso lo descartaba, no por tener sexo con hombres ya que todos en el grupo somos bi y gozamos coger entre nosotros, sino porque no cogería ni compartiría con las mujeres de nuestra orgía) y además tenía pareja fija y ambos eran tremendamente fieles entre ellos. Y yo respeté eso. Así que sólo quedó como una plática de compañeros de gimnasio. Quizá en el futuro él y su pareja quisieran coger con mi esposa y conmigo, o por lo menos sólo conmigo (Se le notaba un paquete delicioso y tenía un cuerpo excelente). Así que la búsqueda siguió.

Con Victoria seguimos pensando en quiénes podrían ser candidatos. Quizá de nuestro pasado y que ahora ya no cogían con nosotros, pero tal vez quisieran hacerlo por esta única vez y ser nuestra celebración especial. Con la mayoría de esas mujeres y hombres ya no teníamos contacto y aunque tratamos de localizarlos por varias formas y días, no lo logramos. Incluso ya habíamos pensado en aceptar que seríamos 24 y no 25 (eso si todos los que habían confirmado participar lo hacían).

En realidad para quienes creen que ser swinger es muy fácil conseguir hombres y mujeres con quienes coger, es porque su único objetivo es tener sexo inmediato... sin medir las consecuencias. Para nosotros, que creemos fielmente en el concepto swinger, no es tan fácil. Tenemos estándares muy altos y no importa cuánto deseemos a una persona o tengamos ganas de sexo con otros, nunca los rompemos ni los violamos. La seguridad, la higiene, la confianza, la afinidad, la inteligencia, la educación, la compatibilidad son elementos básicos para relaciones estables y sólidas.

Al día siguiente de platicar con Luis en el gimnasio, se me acercó y con mucha curiosidad me preguntó el porqué de mi plática con él, que se quedó con una sensación extraña... y yo sin darle detalles le dije que era porque a mi esposa y a mí nos había caído siempre muy bien y que no habíamos tenido la oportunidad de conocerlo mejor... él me respondió que Victoria y yo también le agradábamos mucho... y me vio con picardía. Y mi experiencia me dijo que podía tratar de averiguar más de él, en el sentido sexual. Y directamente le pregunté si era gay o bisexual, y me dijo que sólo lo atraían los hombres... que si a nosotros eso nos importaba. Le dijo que por supuesto que no, que no sólo no nos importaba, sino que tanto Victoria como yo, éramos bisexuales. Él se quedó boquiabierto... y le dije que sí, que éramos bi y además swingers. Y que en realidad él nos había gustado para incluirlo en nuestro grupo, pero que al ser fiel y homo, respetábamos eso pero que no nos interesaba así, ya que buscábamos alguien que pudiera compartir tanto con hombres como con mujeres.

La plática se alargó por mucho tiempo y Luis dijo que quizá en el futuro... pero que conocía a Pedro, un bi de su total confianza, que no era promiscuo y que cuidaba mucho su salud y su seguridad e intimidad; y que si queríamos conocerlo él nos presentaría. Y yo le dije que sí, que total no perdíamos nada y que podríamos ganar mucho.

Luis arregló un encuentro con Pedro esa misma tarde. Y cuando lo vi me gustó mucho. Era joven, de 28 años, de facciones agradables, moreno, pelo negro, muy educado y se notaba un cuerpo normal. De mi estatura y peso. Platicamos unos minutos de cosas irrelevantes hasta que le pregunté directamente si era bi y que por favor me contara algunas de sus experiencias. Él me dijo que ya Luis le había contado de nosotros y que esperaba que pudiéramos llegar a algo muy bueno.

Pedro desde su adolescencia se sintió muy "raro". Se sentía atraído tanto por mujeres como por hombres. Durante mucho tiempo no sabía dónde encajaba y como yo, tuvo su primera relación sexual con un compañero de colegio. Y entendió que le gustaba mucho el sexo homosexual... pero no dejaba de sentirse atraído por mujeres. Amaba la verga de su amigo, pero al mismo tiempo deseaba unas tetas y coños de mujeres. Se pajeaba constantemente viendo porno y tenía igual placer viendo a hombres coger como pensando y deseando meter la verga en una pusa mojada y apestosa... y mamar tanto a hombres como a mujeres.

Después de unos 8 meses de coger con su amigo tuvo la oportunidad de coger con una mujer. En una fiesta de compañeros de colegio, tomaron licor y ya algo borrachos, las compañeras empezaron a "aflojar"... y él terminó emparejado con una compañera, que no necesariamente era linda pero que tenía unas tetas enormes y así empezaron a besarse y a meterse mano... y tocar las tetas enormes y chuparlas y sobar la pusa peluda y de grandes labios y sentir sus dedos empapados y olorosos, le fascinó. Y como al final sí le metió la verga... aunque ella le pidió que terminara afuera, Pedro entendió que le gustaba tanto el sexo con hombres como con mujeres... y con el tiempo supo que eso era ser bisexual.

Pedro no había tenido muchas parejas y siempre tuvo el conflicto que, si tenía un noviazgo con un hombre, entonces deseaba también coger con una mujer... y que eso lo haría ser infiel. Y con dos novias que tuvo le pasó lo mismo. El sexo con ellas era muy bueno pero el seguía deseando una verga. Así que, ante ese conflicto, tenía un par de años de no tener noviazgo sino sólo relaciones esporádicas con hombres o con mujeres y pajearse todos los días; y cuidaba mucho su seguridad, salud e higiene. Así que el conocernos a Victoria y a mí... y la oportunidad de coger en una orgía bi, era lo mejor que le había pasado.

Continuará...


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