Grandes recuerdos 1

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Como saben, mi esposa Victoria y yo somos swingers desde hace 25 años. Y este estilo de vida nos ha hecho tener un matrimonio sólido y muy estable. Definitivamente somos almas gemelas. Los dos disfrutamos enormemente del sexo como pareja y también con otras personas. Y ambos somos bi. Así que trataré de hacer breves relatos de las mujeres y hombres que han sido especiales para nosotros. Y empezaré contando de las mujeres y hombres que mejores recuerdos han dejado en mi vida, antes y después de mi matrimonio con Victoria. Y después será el turno de mi esposa.

Hicimos una lista de quiénes nos han dejado grandes recuerdos y la mía tiene 39 mujeres y 9 hombres. Algunos relatos serán más detallados y otros muy cortos. Pero esperamos que todos les gusten. 

En primer lugar está Gustavo (en los primeros relatos que escribí para este sitio, esta la historia completa y detallada. Les recomiendo leer todas nuestras historias porque son totalmente reales y no inventos como muchos otros). Y es que nunca se puede olvidar el primer contacto sexual con otra persona y no sólo con la propia mano. Especialmente si se es un adolescente de 14 años.

Se podría decir que Gustavo me "sedujo" ya que nada estaba más lejos de mi mente que tener sexo con él. Pero éramos dos adolescentes con las hormonas a mil. Y verlo desnudo, en la casa de playa de mis padres, y con la toalla frotando todo su cuerpo mientras su verga se movía, fue hipnotizante. Cuerpo moreno, pezones negros, totalmente lampiño... y lo que me pareció una verga hermosa, dura, rígida, recta y con una punta como hongo. Verga muy oscura pero el glande era rojo oscuro. Como era la primera pija que veía además de la mía, no tenía nada con qué compararla. Así que me pareció bastante gorda, gruesa y larga. Y ese fue el recuerdo que me quedó hasta que muchos años después la volví a ver y a gozar (Gustavo fue el primero con el que hicimos un trío con mi esposa. Vean el relato de ese tiempo) y mi mujer y yo pudimos comprobar que en realidad era pequeña y corta -de unas 4 pulgadas- pero bastante gorda y dura... y deliciosa; y tanto a Victoria como a mí nos encantó. 

Con Gustavo nos acariciamos, nos olimos, nos besamos, nos pajeamos y nos chupamos todo el cuerpo y lo que más nos gustaban eran los 69 y acabar en nuestras bocas. Con él aprendí que el olor y el sabor y la textura y temperatura del semen me fascinan. Y que más que me mamen la verga, me gusta ser yo el que chupe una. Nos metimos dedos entre el culo y al poco tiempo ya nos penetrábamos y nos veníamos dentro de nuestros rectos. Y aunque me gusta una verga entre el culo, me gusta más meterla... o mamar una verga. Y prefiero las vergas pequeñas, delgadas y bastante cortas. A Gustavo sí le encantaba que yo le metiera mi pija, seguro por ser más larga (6 pulgadas) y de glande más gordo. 

Con Gustavo tuvimos sexo unos 6 meses y después tuve la oportunidad de coger a mi primera mujer. Y lo reconozco, fue una puta; pero por ser mi primera mujer nunca la he olvidado. Fui con un amigo a una casa de putas... y él entró primero con ella. Y cuando salió entré yo al cuarto. La puta seguía desnuda y ni siquiera se limpió el semen de mi amigo. Simplemente me jaló y estoy seguro que pensó que yo se la metería enseguida y acabaría en pocos segundos. Grande fue su sorpresa cuando empecé a tocarle y olerle y chuparle todo el cuerpo. Por supuesto que no me dio ningún problema que mi amigo se la acabara de coger. Al contrario, eso me excitó mucho más (Anticipaba mi placer de coger con mi mujer -o con cualquiera- después que otro se la acaba de follar y llenar de sudor, saliva y semen, y sentía el de mi amigo en el cuerpo de la puta). Mi amigo se tardó unos 10 minutos cogiendo con la puta. Yo estuve con ella casi una hora. Y fue muy agradable que era una mujer muy "normal". Morena, de pechos grandes enormes pezones y negros (lo que es uno de mis fetiches favoritos), gordita y no se rasuraba ni la pusa ni las axilas. Y eso me fascinó y desde entonces amo a las mujeres que no se rasuran (Mi esposa no lo hace desde hace 25 años). Su pusa era peludísima, de pelos negros muy largos y una selva que tapaba su pubis y subía hasta su ombligo. Y con mucho pelo en su entrepierna. Así que cuando al fin (después de darle una mamada a su cuerpo, pusa y culo por unos 30 minutos) le metí la verga. Y cuando me vine, sentí tan diferente de cuando le metía la verga en el culo a Gustavo... y supe que sería adicto a meter mi verga tanto en hombres como en mujeres. 

Después que la llené con mi semen, la puta no creía como yo seguía "cariñoso" con ella. Acariciándola, besándola suavemente, haciéndole "el amor". Y cuando le saqué la verga de la pusa, en lugar de levantarme y limpiarme, me tiré entre sus piernas a oler, besar y chupar su pusa. Saqué todo el semen que pude (sabiendo la puta y yo también, que era mi semen con el de mi amigo) y aunque no sabía realmente qué estaba haciendo, estoy seguro que le mamé tan bien el clítoris que ella me agarró la cabeza y me dirigía cómo y dónde quería que la chupara... y así fue que sentí por primera vez a una mujer terminar con mi boca entre su pusa. Todo eso hizo que ella al sentir que se me había parado la verga otra vez, se pusiera en cuatro y sacando el culo y levantando las nalgas, me dijo que se la metiera en la pusa en esa posición. Fue mi primera vez de perrito. Y me encantó. Y la volvía a llenar de semen... y se lo volví a chupar al terminar. Al final me levanté y la dejé tirada en la cama, le pagué, me vestí y me fui. Recordando todo lo que hicimos la puta y yo. 

Yo ya tenía a Marlen como mi novia. Y ya teníamos sexo pero todavía no se la había metido en la pusa. Mamadas y pajas básicamente. Pero después de la puta, a los dos días ya le metía la pija entre la pusa a mi novia. Éramos dos adolescentes muy calientes. Así que en 6 meses yo ya había cogido con un hombre, con una mujer-puta y con mi novia-adolescente. Y de allí en adelante comenzó mi gran vida sexual. Ya les contaré, pero con Marlen hicimos tríos con hombres y mujeres, varios intercambios de parejas con amigos, el primer gang bang y lo que se podría considerar mini orgías. Marlen afianzó mi bisexualidad ya que ella también lo era. Y siempre la practicamos cuando pudimos. 

Continuará...


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