Ben

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El señor Benjamín, también conocido como el señor del genocidio habló con su dios Yahweh, también conocido como el dios guerrero. - Elimínalos a todos - dijo dios severamente 

- No dejes a nadie - continuó gritando de forma agresiva - ellos son adoradores del diablo, si no los exterminas te arrepentirás. Si los dejas vivos sus hijos irán a por vosotros.

- Pero señor - contestó Ben bajando la cabeza - hay muchos niños, y parecen inocentes, también mujeres. 

- Que os enseñe desde los tiempos de vuestros padres antiguos, ojo por ojo y diente por diente - Sentenció dios 

Benjamín que parece ser la reencarnación del exterminador del siglo pasado (¿paradójico no?), pensó que el no era nadie para contradecir a su "señor". Así que ordenó a sus generales que triplicarán la operación. Ya no importaba ni la mala prensa en el mundo, ni la mierda de genocidio (dios ha dicho que eso no existe), harían lo que le saliera de los cojones.

En su desvarío no pensó que al fin y al cabo, su pueblo estaba originado en el engaño, la desobediencia y el asesinato. El primer hombre (de su historia), nacido de hombre y mujer fue un asesino fratricida. El resto de su historia como pueblo sigue plagado de actos violentos, guerras, asesinatos, invasiones y hasta un deicidio, asesinando al hijo de dios. 

Dice su manual sagrado en varias ocasiones:

"Los israelitas atacaron luego a los demás benjaminitas, y pasaron a cuchillo a los hombres de cada ciudad, matando animales y todo lo que encontraban a su paso, y quemando las ciudades"

Se ve perfectamente como aplican su experiencia histórica. Aunque ahora ya no usan cuchillos. Utilizan dinero, bombas y balas de francotirador. 

El ejercito de Allah, en el que sus soldados van camuflados de paisanos, mujeres y niños, van perdiendo la guerra, porque no tienen bombas de dos toneladas, no tienen blindados (bueno tienen carros tirados por algún mulo), no tienen aviones, en realidad no se sabe muy bien que tienen, ya que en la ingente cantidad de imágenes que se distribuyen, no se ven los soldados enemigos de Israel, no hay tenientes, no hay capitanes, no hay batallones, solo civiles muriendo o siendo atrapados para llevarlos a campos de concentración. La experiencia como pueblo cuenta mucho para hacer lo mismo que te hicieron. Es como una venganza de ojo por ojo, pero de manera indiscriminada. A veces pienso que si los que dieron barra libre a Israel en 1948, lo hubiesen hecho en algún lugar de Sudamérica, ahora sería un polvorín y oriente medio un paraíso. Pienso que su venganza por lo del holocausto se produciría en cualquier lugar del mundo, sí o sí.

Por tanto, el exterminio va a seguir porque a los israelitas nadie los va a parar y además los estados que le apoyan no es que sean aliados, son lacayos. El dinero manda y a los israelitas les sobra. No es como el dinero árabe, que ahora va poco a poco introduciéndose en nuestras sociedades, el dinero israelita infecta de norte a sur y de este a oeste desde el más remoto pasado. Su voracidad no tiene límite, su afán palabra de dios, es La Nueva Jerusalén prometida, en un mundo entero solo para ellos.

 

 

 

 

 

 


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