LUCY, LUJOS, SEXO MARGINALIDAD PARTE III

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LUCY, LUJOS, SEXO Y MARGINALIDAD III) ERIKA, MAS QUE NIÑERA, UNA SEXÒLOGA

Desde el 1er día ella me cayó bien, no sé si fue por falta de afecto y atención de mis padres pero poco a poco me fue ganando el corazón y la confianza. Yo la acompañaba a todos lados, hacer las compras de mi casa, trámites, etc. y además, como plus, me ayudaba hacer los deberes de la escuela a escondidas de mi madre. Ella paso a ser mi confidente y yo la seguía a todas partes, menos cuando Erika iba a visitar a su madre de vez en cuando, se negaba rotundamente a que vaya con ella a ese lugar, su barrio, que me lo señalaba como algo prohibido. Su andar atrapaba miradas, era sexy, menaba todo el tiempo su trasero cuando caminaba, su postura era provocadora, su ropa siempre al cuerpo, mostrando sus curvas perfectas. Erika dormía en casa, tenía una habitación solo para ella que muchas veces yo visitaba y me pasaba horas escuchándola, hablándome sobre sus vivencias personales tan ajenas a mi mundo pero que me daban mucha curiosidad y morbo. Lentamente le fui confiando cosas que una chica pre adolescente se plantea, principalmente cuestiones referidas al sexo. A los 14 años mi cuerpo dio un salto de calidad pero mentalmente no estaba preparada para aceptar semejante transformación, a pesar de mi corta edad los chicos y los hombres mayores se volteaban para verme al pasar y algunos me decían cosas obscenas que no podía interpretar bien. Me estaban pasando cosas dentro del cuerpo y fuera de él que necesitaban respuestas, y quien si no Erika me iba a mostrar el norte. Un fin de semana que mis padres se fueron de viaje estaba yo por ir a dormir cuando veo a través de mi ventana que la luz de la habitación de Erika estaba encendida y podía observar dos siluetas en penumbras que se movían incesantemente. La curiosidad hizo que vaya a tomar los binoculares de mi padre y sorprendida observo a Erika teniendo sexo en su cama con un extraño, pudiendo observar cada detalle, de principio a fin, el sexo oral, las poses que hacia ella con su pareja, no perdí detalles. Recuerdo que luego de eso, me acosté desnuda en la cama y comencé a tocarme para luego terminar en un placentero orgasmo pensando que yo era quien estaba en esa habitación y no ella.

Al día siguiente mientras desayunábamos tuvimos una conversación más o menos así, no recuerdo exactamente cada detalle pero fue en este tono:

Erika: ¿dormiste bien anoche, princesa?

Lucy: Si claro, más que bien, tuve un sueño muuuuuyyyy placentero (me reí y me sonrojé)

No podía engañar a Erika, ella me conocía tanto que podía adivinar cuando mis risas estaban cargadas con dobles intenciones

Erika: ¡No me digas que estuviste metiendo tus dedos debajo de la tanga ¡Pendeja del demonio! Ya comienzas a sentir mariposas debajo del ombligo. Bienvenida amor, disfrútalo es el comienzo de la perdida de la inocencia (me abraza)

Lucy: Hice lo que me dijiste cuando te pregunte hace tiempo como se masturbaban las mujeres, como se debía hacer para hacerlo bien, me moje los dedos con saliva y me frotaba el clítoris de menor a mayor y tampoco me olvidé de estimular con el dedo mi ano, eso estuvo rico. Me sirvió tu lección tía (le decía tía, siempre le decía así desde el 1er día que llegó a casa)

Erika: ¿y en quien pensabas princesa?

Lucy: En ti! Pensaba en ti! (expresé eufórica)

Erika: ¿Cómo que en mí, te gustan las chicas?, no me lo habías comentado

Lucy: No tonta! Pensaba en ti haciéndolo como si fuera yo misma, como lo haces con tu novio

Erika: ¿Mi novio? , sabes princesa que no tengo novio, tengo amantes ocasionales.

Lucy: ¿Entonces ese chico no es tu novio? Ops! Creo que metí la pata!

Erika: ¡Entonces! Pendeja del demonio, pequeña zorra!!!!¿Me estuviste espiando?!!!!

Lucy: No tía, bueno si, anoche sin querer estaba yo por cerrar la ventana de mi habitación y creí ver a dos personas en la tuya, y me dio curiosidad, perdón no debería, no te enojes tía por favor!

Erika: No puedo culparte, fue mi culpa olvidarme correr la cortina de la ventana, pero vos tampoco deberías haber espiado, ¿y que viste, de principio a fin? ¿Sabes que si tus padres se enteran me van a despedir?

Lucy: No, no tía yo jamás te delataría, te quiero mucho, no soportaría que te vayas

Ella se abraza, nos quedamos abrazadas varios minutos, yo lloraba.

Erika: Tranquila princesa, mientras tus padres no se enteren estamos a salvo

Lucy: Tía, hay algo más que quiero decirte pero tengo miedo que te ofendas

Erika: Amor mío, estamos en plan de confesiones, confiésate con tu tía preferida, vamos hacerlo ya que me mata la curiosidad.

Lucy: Me gusta masturbarme, pero más me gusto verte a ti hacerlo con tu amante, sentí más placer viéndote.

Erika: ¿y eso como juega?

Lucy: Quiero decir si yo…..po...Dría…quizás…tu…dejes otra vez…la..ventana abierta así yo….digo…pueda…quizás ver…y aprender. Tú siempre me dijiste que una vida sexual plena, sin prejuicios ni mentiras y libre es lo mejor para las futuras relaciones para cuando una sea mayor.

Erika: A ver, a ver, pequeña zorra, ¿me propones que yo ofrezca en exclusiva para ti un show de sexo y lujuria para que desde una platea preferencial te pongas en clima y luego te hagas una rica paja? Olvídate, no voy a prestarme a eso! Estas loca princesa, no, no, definitivamente no, fue un grave error, no volveré a llevar a nadie más a mi habitación, lo prometo, y gracias por no delatarme.

Desde ese día no hable más del tema con Erika, pasaron unos meses y mis padres estaban cada vez más física y emocionalmente ausentes, por lo tanto Erika se había transformado en el centro de todo para mí. Un día que ella estaba por salir con un amigo notó que yo tenía unas líneas de fiebre y postergó su salida porque no quería dejarme sola en ese estado. Yo insistí en que iba a estar bien y que solo eran unas pocas líneas y no habría de que preocuparse, pero ella insistía en quedarse.

Lucy: Mira tía, estas hermosa, esa falda, esos tacos, ese peinado, estas muy sexy, te has preparado todo el día para la cita y estas entusiasmada, deberías ir, se nota que tenés ganas de hacerlo jajajaja.

Erika: ! Zorra! no te preocupes ya habrá otra oportunidad, una buena verga nunca me faltó, me quedare contigo.

Lucy: Tengo una idea tía, porque no le dices al galán que venga, yo estaré ocupada en otras cosas, lo prometo, cierra la ventana y corre las cortinas, yo me quedare en la habitación mirado la TV.

Erika: Mmmmmmm, no sé, es tentadora la oferta, en verdad tengo muchas ganas de verlo y estar con él, pero esta vez tomare precauciones y veré que no puedas espiar, gracias estoy en deuda con vos pequeña zorra, aceptaré pero no intentes nada, ok?. (continuará)

 

 


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