Chelo Nai explica como es la emanación de la voluntad y la acción. Se le conoce como Visandre y está representada sobre un disco azul luminoso con bordes que oscilan entre el amarillo y el naranja. Surge de la mente de varias maneras, depende de la práctica.
- La existencia de las emanaciones es tan real como la mente - dice Chelo Nai a todos los que estamos allí y añade:
- Hoy aprenderemos a visualizar las energías emocionales que circundan todo el espacio. Veremos sus colores, sus formas y su interconexión para lograr objetivos - dice señalando con su mano el espacio y haciendo un circulo de derecha a izquierda.
Por ejemplo, continúa explicando:
- Las emociones pueden tomar conciencia cuando aparecen en oleadas. Es como si actuaran con inteligencia y pueden condicionar ciertos aspectos en el nacimiento y muerte de los seres humanos -
Chelo Nai pone sus manos cerca del corazón haciendo movimientos que parecen mudras, (gestos y signos con las manos que conducen la energía que emana de nuestro cuerpo). Tal es su destreza, que se pueden ver las chispas de luz revoloteando en sus manos. Parecen tal cual diminutas entidades que surgen y en breves momentos se diluyen en el espacio.
La estancia donde nos encontramos es circular, con cinco puertas iguales alrededor, iluminadas con velas de grasa animal. Las paredes son de madera de cedro traída de los valles del este. Prácticamente están cubiertas con telas de color amarillo y granate. También hay numerosas pinturas que representan a las entidades emocionales más importantes.
A mi derecha observo en un gran cuadro, la familia de las emociones negativas, las que provocan sufrimiento; y a mi izquierda las imágenes de la familia de la luz, origen de la existencia y del movimiento perenne.
- La familias de la oscuridad son emanaciones energéticas que toman forma en la luz - dice nuestra mentora - En su origen solo pueden ser energías caóticas sin conciencia de algo. Es cuando aparecen en oleadas que pueden mostrar inteligencia para conseguir sus objetivos. Las dos familias representan la dualidad en la existencia - termina señalando las dos representaciones pictóricas.
Nosotros miramos y del lado oscuro surge la figura encarnada de la deidad del odio. Exhibe un cuerpo amarillento lleno de llagas y pustulencias tóxicas, su cabeza cadavérica emite una energía fulgurosa y pestilente. Sólo si dejas de observar la imagen, el mal olor se diluye.
- A veces, cuando estamos muy cerca de una emoción muy concentrada - prosigue la maestra - ésta se pega como una sanguijuela, claro está que la naturaleza del individuo tiene que ayudar -
- En una guerra con miles de muertos - prosigue - la emoción predominante no deja de crecer y se apodera de todo y de todos en un círculo terrorífico imposible de parar. El poder del odio se encarna en numerosos individuos y se hace tan gigantesco que pretende abarcarlo todo - concluye
Chelo Nai nos mira y guarda unos segundos de silencio, como si quisiera penetrar en cada uno de nosotros. Su figura desprende una linea de luz circundante alrededor de su cuerpo. Alguien diría que se parece al aura corporal, como un campo energético. Miro con atención y reconozco un color azul pálido brillante que fluctúa con su respiración. Si me concentro en la visión está se hace más intensa y bien podría decir que Chelo Nai es un ser de luz.
- Ese odio no para nunca - asevera con semblante serio - tenemos que estimular nuestras emociones más luminosas, allí donde estemos y en cualquier circunstancia (...)
Oigo su voz, entra suavemente en mi pensamiento, pero no veo que sus labios se muevan. La imagen de la maestra parece que se acerca y se aleja, ya no sé en qué estado estoy. Los cuerpos son como luz física, toco a mi compañera y noto su consistencia. La experiencia es única, la luz que ilumina el cuerpo sale de dentro, con una intensidad que te permite ver todos los detalles. No es como una iluminación que incide desde afuera que produce luces y sombras. La luz del interior es uniforme y bella, su observación estimula la quietud y las emociones que más nos favorecen.
Sigo con atención la enseñanza hasta que dejó de oír la voz de Chelo Nai, no importa, el estado es superior y la conciencia se encarga de situarme en el lugar y el tiempo correcto.
Abro los ojos y estoy solo en la estancia, no sé si es de día o de noche, ni el tiempo que llevo aquí. Sólo sé que ahora tengo el cuerpo tan entumecido que no puedo moverme. Esperaré hasta que alguien venga a buscarme.
Febrero 1982
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