EN ESOS MOMENTOS (versión 2.0)

EN ESOS MOMENTOS (versión 2.0)

En momentos muertos los dos establecían contacto. Lo hacían mentalmente. Sus cerebros coincidían. Unían sus miradas, los ojos inmersos uno en otro, una en otra, los dos reflejos de su corazón fusionados. Seguían los labios delicadamente rozados, pegados uno a otro; se abrían como dos flores de pistilos subyacentes. Se juntaban lengua con lengua con una ceremonia acompañada de un abrazo acariciante. Seguían iguales, de forma, e iguales de contenido, iguales de apasionado deseo de fusionarse 
Iguales besando los cabellos, recorriendo el nacimiento de los cabellos, la piel suave del cuello, el violoncello de las espaldas, el nacimiento de las lunas justo cuando la bella cintura se hace delta.
En ese preciso momento, cada uno se transmuta. Generan las formas del amor físico. Se exploran y descubren sus formas recreadas por la plasticidad del deseo puro.
Como brotes: uno es una; otra es uno. 
Se palpan, se tocan, se hurgan, gozan de la visión de su sexualidad abierta, se penetran en todas las formas del deseo. Así se fusionan las amantes en el jardín del día después ...
y los espectros se disuelven en su noche rutinaria.