LA ENVIDIETA 2 (FINAL)

"Había un vez una serpiente que perseguía a una luciérnaga para matarla. Y cuando la serpiente la tuvo acorralada contra un muro ésta le preguntó:

- ¿Por qué me perseguies? ¿Es acaso te he hecho algún daño?

-¡No! - respondió la serpiente.

- ¿Es que tienes hambre y por eso me quieres devorar?

- ¡Tampoco!

-Entonces ¿por qué me quieres matar?

- Porque brillas demasiado.

Y con dos bocados se la comió".

La verdad es que existen muchos sujetos mediocres que no pueden tolerar al lúcido, al diferente, sea por su cultura o por su genio, porque éste les pone en evidencia su pobreza de espíritu, su vaciedad mental. Y hay dos clases de seres humanos. Los que tienen una sólida personalidad y viven y dejan vivir; y los que carecen de ella, por lo que sienten envidia de quienes la tienen. Y como los envidiosos se hacen fuertes en su debilidad anímica, que a su vez están respaldados por un estilo de vida egoísta, gris y miserable, suelen hacer mucho daño al hombre de inteligencia emocional lanzándole piedras sin parar para derribarle su amor propio personal.

Todo consiste en una guerra sorda del NO SER contra EL SER.

Por eso mismo es cuestión de resistir.

                                                                           FRANCESC MIRALLES