Somos castillos

Somos castillos, fortalezas llenas de pasadizos secretos que esconden parte de lo que somos, recuerdos, secretos,  misterio....somos cuadros silenciosos llenos de historias, deseosos de contarlas a quién quiera oirlas, historias de vidas intensas, amaneceres y ocasos, tormentas y anhelos. 

Esa fortaleza que somos, aparentemente indestructible, inderrumbable, se convierte en un castillo de arena, frágil, necesitado de cariño, de amor, de mimos y cuidados, cuando nos pespojamos de esa armadura de piedra y hierro, por la que caminamos por la vida y que nos ahoga.

Como castillos de arena nos derrumbamos con la marea, con una pequeña pisada, con el golpe de nuestros miedos, que no paran de ir de acá para allá y  muchas veces nos ganan la partida de ajedrez de nuestra vida. 

Nunca olvides que somos reyes y reinas, damas, plebeyos, princesas de cuento, príncipes destronados, magas, brujos y fantasmas, con capacidad de reconstruir nuestro castillo de arena, de reinventarnos, de volver a empezar cada día, de convertir nuestro castillo en un hogar, un punto de referencia para levantarnos y seguir coleccionando historias, nuestras historias, las historias de nuestra vida y así poder compartirlas, invitando a nuestro castillo a quien amamos, llenando de vida y de amor, los espacios de esa fortaleza, sus pasadizos secretos, sus escaleras de caracol, sus mazmorras y sus fosos. 

Convirtamos ese lugar frío, ese helado corazón, en un sitio cálido,  bello, suave, bonito y seguro....que sea un lugar estratégico para ser feliz, siendo parte activa de los sueños, las leyendas, las fantasías, el deseo, la pasión, el pasado, el futuro, y así poder vivir cada instante de nuestro presente, sin miedo y siempre con ilusión por lo que esté por llegar.