Desde el amanecer de Castilla

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Enviado el , clasificado en Poesía
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   ¡Bienvenida, nueva mañana! Sentado junto al manantial vi jugar a las ninfas verdaderas. Sus juegos eran gemelos de la libertad del agua chispeante, salpicando el propio aire con su alegría. Tú, adorada princesa, te dejas besar acariciar por los sedosos dedos de tus amantes. Te revuelves, giras, volteas bajo la luz apenas revelada de la mañana. Tu cuerpo femenino se estrecha con la femenina piel, las sensuales formas de tus amadas, el juego de las miradas, el tacto húmedo y la excitación de los encantos. Me sumerjo, invisible, en tus juegos. ¿Soy distancia? No hay distancia para los sueños. 
¡Bienvenida, mañana!
Tenemos que seguir construyendo nuestro hogar de fantasías, descubriendo los hilos que nos vinculan, yo a tu ruta entre las olas, tú a mi camino paralelo; ambos por la linea que conduce a la bella costa de la nueva Ítaca.
Ninfa de sueños, toma de nuevo mi mano y naveguemos, yo ya he saltado a tu velero, mis sandalias las he dejado en el sendero.

 

( A ti, mi voz de la mañana)


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