Embriagado, una noche os revelé que en mi cueva tengo un cofre. Secretos como estos habitan en su seno:
DESVELOS
La hora convenida. La luna se cubrió con el velo oscuro de las sombras divinas. Tu saeta. Un arco de fuego. Safo desnuda, sus pechos relucientes ese instante. ¿Por qué nunca volaste campanilla de los sueños? ¿Por qué se apagó tu voz adormilada y dejaste esa daga en mi pecho desconsolado? ¿Hija de la mariposa de mis sueños, por qué nadie me advirtió de mi orfandad cuando te fueras con ella?
A Allieth
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PAGINA DE DIARIO ADOLESCENTE
(A M. Alba)
Extraigo una fotografía en blanco y negro. Tus palabras combinadas en unos versos semanales. Cinco décadas y el corazón que palpita en los recuerdos recita tus palabras: «Yo ni me entrego / ni me otorgo». Con un latido contenido. Sábado tarde. Los dedos arden. Te busco volteando la negra tinta perfumada: el escaso recuadro de nuestros encuentros, que tú no sabes ni sospechas. Flor de rebelde melancolía, abúlica juventud desesperada, pecho traspasado por un agujero negro. ¿Cómo suspiraba el yo que fui por encontrarte? ¿En qué no me convertiría por estrechar tus brazos y besar tu cuello? Me insuflo tu existencia del valor de la pluma de escribir y te besé.
Negro y Azul
FREE
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