HOMENAJE (tren de vuelta )

   Hace unos días, en un viaje en tren de vuelta de Weymouth a Bournemouth subió una familia hindú, compuesta por la pareja joven y dos hijos. El hijo pequeño era un auténtico juguete. Niño feliz cuya risa y alegría se contagiaban emparejadas con la larga tarde británica. Era el padre quien jugaba tiernamente con el pequeño y con una suavidad extrema le indicaba que bajara la voz y las risas. El niño obedecía de inmediato y continuaba sus juegos y arrumacos acariciado por el padre. A veces se entretenía con su hermano algo mayor y pasaba de los brazos del padre a los de la madre. 
Cuando llegamos a nuestro común destino, la familia con una discreción envidiable bajó en la estación. Mis pasos me alejaron de aquella familia feliz... y mi cáustica decepción con mi propia familia celebró la inesperada compensación. Por esa vez, casi olvidé mi amarga crítica al modelo familiar dominante. 
Fue un instante.