Biografía de un instante

Biografía de un instante

   Tú.
Tú modelas la realidad en la distancia del firmamento con las acuarelas ígneas de tus tormentos (¿tal vez..., paraíso amado al que te sustraes para no transformarlo en metonimia?), pasión furtiva, fantástica realidad que vives con un temor (¿?). Si te alimentas del sol... ¿a qué temer la falta de energía? ¿No es suficiente el volcán que derrama su lava, ardiente, cada día, hora tras horas con una irresistible atracción? Esas nubes son nubes compartidas en los estantes que vamos colocando, reposo de cada día transcurrido y, en parte, perdido. Me recuesto, boca arriba, las manos sujetando la casa de los sueños (tú los alimentas) y construyó con tus nubes armazones nuevos, trenes de madera en la escala de esos sueños...¡esos sueños!
¡Oh, si es tu mano, fondo violeta de sonrisa pura la que escarcha mi alma rota, si es tu existencia la que me remedia por qué no puedo yo aliviar tus miedos! Yo me trago tus fantasmas, tus angustias, tus tristezas.
Respiro tu aroma, escucho tus caricias, bebo tu alma, noto tu calor, siento tus escritos. Mis nubes forman un todo con las tuyas, secretas guardianas de las formas. Donde esté estás. Es parte de tu sonrisa.

Sencillamente lo que se ve en las nubes