Yo parecía una niña entre adultas.
En realidad, de la fila y de la clase, siempre faltaba una alumna, a la cual altura no me pude enterar, debido a que la he visto solo una vez, pero estaba en horizontal, en su ataúd.
A la clase, cómo principal deporte, jugábamos baloncesto, y Melocotonita, a pesar de su altura, era muy buena, siendo capaz de marcar desde el medio terreno, con una sola mano, sin tocar el anillo.
Las otras dos compañeras que empezaron una vez conmigo, no tenían una altura baja, de hecho, una de ellas, la Monica, era entre las más altas y la Livia, era dos años mayor que la media de la clase.
Esto, no porque había repetido, al contrario era una alumna de las mejores.
Sus padres habían estado en algunos países como embajadores y ella, a volver en Romania, tuvo que estar a aprender el idioma, ya que en Romania se tiene que tener un buen nivel de idioma para entender lo que se estudia.
va a continuar...
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