Psicólogia barata: Desconocida

Halagas a ése hombre en todo momento. Lo deseas y lo quieres conquistar con palabras para que compruebe que lo amas más allá de lo que nunca habrías imaginado, que es el más afortunado por tenerte, que no lo vas a abandonar, que ahora es solamente tuyo.

Él lo sabe y te corresponde con su mirada con sus besos con su abrazo.

Qué lindo sería vivir siempre así. 

Qué lástima sólo sea un espejismo y la montaña rusa de tus emociones empañe la convivencia en armonía.

Todo se tuerce con una frase inocente y sin malicia o con un gesto inoportuno, e incluso una mirada que crees inapropiada. 

Y te conviertes en otra persona, totalmente desconocida, incluso para tí. 

Así comienzan tus celos, tus inseguridades, tus frustraciones que no consigues controlar, o simplemente te dejas llevar por ésos pensamientos erróneos. Y le culpas de todo. Y lo tratas como si fuera la peor persona del mundo, clavándole tus hirientes palabras, castigandolo por sus graves pecados de su vida anterior a tí, hundiendo su autoestima, insultándole, mientras él calla en lugar de responderte con la misma moneda, porque te quiere y es consciente de lo que puede pasar en esas situaciones si se pusiera a tu altura.

Sabe que necesitas expresarte, aunque entiende que una cosa es expresarte y otra muy diferente faltar el respeto. 

Pero a ti te da igual lo que diga o lo que haga o en cómo se siente cuando machacas de ese modo su dignidad. No le dejas expresarse y punto.

Al principio sí que le dolía tu actitud, pero con el tiempo y sin saber de qué manera podía ayudarte después de intentarlo con el diálogo, se hizo una coraza en su corazón. Toda persona tiene un límite para compartir culpas ajenas. 

Careces de inteligencia emocional.

En consecuencia obtienes distancia, silencio e indiferencia cada vez que no te reconoce.

Y él sabe que no hay nadie perfecto ni existe una media naranja a medida, y tampoco quiere que cambies porque te aceptó así entonces. Él sólo desea que pongas voluntad para que vuestra relación mejore.

Te ama, y lo sabes, a pesar de que lleves un demonio dentro de tí.