Esa noche de agosto era extremadamente calurosa y la humedad hacía que el bochorno fuese insoportable. Alex Decidió ir al cine, ahí podría disfrutar de dos horas de fresquito aunque fuese generado por el aire acondicionado de la sala. Ya había cenado y pensó que podría llegar a tiempo a alguna de las sesiones golfas del Centro Comercial que tenía cerca de casa.
Aunque no solían proyectar películas excelentes, el Centro Comercial estaba lo suficientemente cercano para poder desplazarse a pie. El inconveniente es que a esas horas de la noche, la oferta de películas bajaba de las quince habituales en horario normal a sólo tres o cuatro en horario golfo, aun así pensó que seguro que habría alguna medianamente aceptable para soportarla sin dormirse
Durante el camino no se cruzó prácticamente con nadie. Las fechas coincidían con el mayor éxodo vacacional del año y, como siempre, la ciudad estaba semivacía.
Cuando le quedaba poco para llegar le pareció oír unos pasos detrás de él e instintivamente se giró. Vio a una persona, que en ese momento, se estaba encendiendo un cigarrillo... Continuó caminando y en seguida se encontró en frente de la entrada de las multisalas dentro del Centro Comercial.
No había mucha gente en el hall. No sabía qué película ver, en ese momento sólo le apetecía dejar de pasar calor. Dio un vistazo a los horarios de las diferentes salas que tenían sesión golfa y finalmente se decidió por una película de terror.
Cuando entró, no había nadie, aún faltaban quince minutos para que empezara la proyección de la película, o mejor dicho, de la publicidad y los trailers de otras películas en cartelera o a punto de estrenarse. Una vez enterado de qué bebida tenía que beber y qué películas debía tener en cuenta para próximas ocasiones la luz tenue de la sala se apagó del todo y durante un par de segundos la oscuridad se hizo absoluta. En ese corto espacio de tiempo notó una luz a su espalda que delataba que la puerta de entrada a la sala se había abierto y en consecuencia alguien había entrado. Pensó que si pasaba miedo por lo menos lo haría en compañía.
En seguida se inició la proyección de la película. Lo que Alex empezó a ver en la pantalla era casi como un reflejo de lo que estaba sucediendo en la propia sala. Veía un cine prácticamente vacío con sólo dos espectadores, igual que donde él se encontraba, y en la película también se estaba proyectando la misma situación que estaba viviendo y viendo en la sala prácticamente al unísono. Viendo la película pudo observar que el espectador sentado en la parte de atrás se levantaba e iba avanzando filas por uno de los pasillos laterales. Alex, de forma intuitiva, se giró y pudo comprobar que su único compañero de sala estaba haciendo lo mismo. Alex no lo pudo ver, porque estaba girado, pero en la película el espectador sentado en la parte de delante también se giraba. El otro espectador, volvió a tomar asiento unas filas por detrás de Alex, éste se giró y continuó viendo la película. Pudo observar que la situación de la película era prácticamente igual a la de la sala. Qué extraña coincidencia pensó.
Siguió con atención la proyección pero no pasaba nada. Los dos personajes seguían sentados viendo una película en la que la situación se iba repitiendo sin fin en la pantalla. De pronto vio que el espectador de la parte de atrás volvía a levantarse y cada vez se aproximaba más a la posición del otro espectador. Esta vez, Alex no se giró, pensó que por fin iba a pasar algo en la película y decidió seguir con atención los acontecimientos que iban sucediendo. El espectador de la parte de atrás ya se había situado justo en la fila posterior del primer espectador, justo detrás.
Alex no pudo más y finalmente se giró. La situación de la película se iba repitiendo en la realidad. Pudo comprobar que el otro espectador se había sentado justo detrás suyo. Se mantuvo girado un buen rato tratando de ver la cara del espectador de la fila de atrás, pero la oscuridad de la sala no se lo permitía. Alex se empezó a poner muy nervioso, le parecía muy extraño lo que estaba sucediendo. El cuello le empezó a doler debido al esfuerzo que estaba efectuando girando la cabeza todo lo que podía para poder ver la cara de su vecino. Ya no pudo aguantar más y decidió girar la cabeza a la pantalla. En la película, el espectador que se había ido cambiando de butaca, sacó un cuchillo muy largo y afilado que utilizó para degollar al otro espectador. En ese momento Alex se desplomó en el suelo en medio de un gran charco de sangre. FIN.
En la pantalla fueron apareciendo los créditos de la película y la genta empezó a levantarse de sus asientos. Algunos comentaban en voz alta que les había parecido un poco extraño el final, pero que en general les había gustado la película y que habían pasado bastante miedo.
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