Soplo de pensamiento (escrito en modo pasado)

El pensamiento es como un soplo. Como un soplo del viento. Viene a mí, sin yo pensarlo. No se piensa el pensamiento. Viene y me trae la forma del flequillo que enmarca tu rostro. Y la forma de tu boca, tus labios. Y me fecunda con la imagen, que imagino, con ese pensamiento, de las formas de tu cuerpo. O recuerdo, tu voz al despertar; que despierta mis sentidos ocultos, secretos, redundantes, hormonales. Es el pensamiento. Es el soplo, que me lleva y que te trae en nuestro baile secreto, íntimo, oculto, sin rubores. Y así, eso que llaman amor descubre el verdadero arcano de los milenios. Amanece, y me fundo con tu cuerpo en la delicia de los espasmos profundos y placenteros de mi cuerpo.