La guerra

¡¡ LA GUERRA !!

   El colmillo de la hiena
   El colmillo del león
   El colmillo del lobo
   El colmillo de la fiera...
   El colmillo de la cobra
   El colmillo del aguila
   El sangrante colmillo
   del cordero.
   La sangre en los pastos
   La sangre en la espuma de las olas
   El rojizo lienzo de la guerra.

¿No hueles ya el azufre del metal retorcido?, ¿la resina negra del asfalto derretido? ¿No ves el esqueleto de los edificios destruidos? ¿No atisbas el rojizo cielo,violáceo y humeante?, ¿el sonido vacío de los pájaros huidos?
Los rudos pasos de la bestia, los desfiles de armaduras sin conciencia...
La ganancias mercantiles de la guerra. La vanagloria, la exaltación de la violencia...
¡ Sus hijos no son heridos, amputados, muertos en la guerra!
Aunque ellos lo supongan, no hay amos en la guerra. Todas y todos somos peones de la guerra.

   La guerra tiene su propia lógica implícita, mecánica, automática, con sus propias reglas. Es una explosión en cadena. Una retorcida fila de fichas de dominó que son empujadas por el bramido de un viento huracanado. Un infame castillo de naipes. Un susurro ardiente descuartiza la piel, arranca los miembros. Encias en carne viva. Mandíbulas abiertas. Ojos en órbitas vacías. La muerte venciendo el divino soplo de la vida. Manto oscuro sobre el canto de la luz del día. ¡ Es tu vida ! La sombra de lo que ves lejos, esos ecos de dolor ajeno, se ciernen sobre tu día a día. Centros de recutamiento, refugios antiaéreos, hospitales de sangre, caminos de barro... No lejos, sino aquí los refugiados en los campos a la intemperie, la sed de agua, el hambre vendida. Discursos, buenas intenciones, palcos, medallas, informes, líneas difuminadas de un incierto frente, mentiras.
La guerra...
La muerte...
o las plazas y puentes, las calles abrazadas por la gente.
Es ahora, antes de que la guerra amordace las gargantas y la fraternidad de las futuras víctimas de un reparto de los despojos. Ahora y ya, a defender la paz, la inocencia de los niños, el reposo de los ancianos, el equilibrio de los campos y las aguas.
El río de la vida es más fuerte que el sombrío graznido de los buitres y los cuervos del negocio para el negocio de la muerte.

Hoy amanece.