Denunciar relato
Un seis de septiembre y sin bendiciones
en el Valle del Jerte,
se abrieron los corazones
entre muchas gentes.
Se unieron por primera vez,
en este lindo paraje
dos personas, que a la vez
le pusieron mucho coraje.
Y consiguieron su objetivo
que no fue otro que hacer,
una unión entre vivos,
con la que poder permanecer
Lo llevaron a cabo
y sin darse cuenta,
lograr sin menoscabo
formar una familia estupenda.
Y para lograr su objetivo,
no pararon en el intento
y sin darse cuenta ni tiempo,
cumplieron con lo previsto
Y por eso hay que felicitarlas,
que sin hacer otra historia
y sin otras charlas
engendraron y tuvieron a Victoria.
Y así viven felices y sibilinas,
las tres mujeres divinas,
que, sin pensarlo siquiera,
son ejemplo para cualquiera.
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