LA OTRA DIMENSIÓN 2 (FINAL)

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- Sí es muy comprensible lo que le ocurre a mi tía- convine yo-.Lo malo es que la idea romántica que tenemos de las cosas, de los demás se rompe tan pronto como nos tenemos que enfrentar con la imperfecta realidad, y uno cae en el esceptismo y el desánimo.

Ambos nos quedamos unos minutos en silencio reflexionando ante el problema de mi parienta.

De pronto se me ocurrió una idea que podría solucionar aquella cuestión y se la comenté al doctor Vila.

- En realidad mi tía tiene una carencia de amor que la ha estado mortificando durante todos estos años como le sucede a mucha gente. Podríamos localizar al actor que trabajó con ella en las películas, quien también debe de compartir los mismos valores de aquella época, y si es posible que ambos empiecen una vida juntos. Yo miro por la feelcidad de ella - sugerí yo.

- Puede que tal vez esto funcionara. Pero este hombre es probable que tenga su vida resuelta. Que tenga su propia familia- objetó el doctor.

- Bueno, por lo que yo sé este viejo actor hace muy pocos años que ha enviudado y sus hijos viven dispersos en Estados Unidos. Sería necesario saber su dirección para ponerme en contacto con él.

- Inténtalo a ver qué pasa.

Me costó bastante localizar el domicilio del querido actor de mi tía. Tras llevar a cabo varias gestiones al fin conseuí dar con él que vivía retirado en un pueblecito muy pintoresco de Mallorca que estaba tocando el mar.

Como  es  de suponer Vicente Peña al igual que mi tía ya no trabajaba para el cine y no sentía ninguna nostalgia de aquellos buenos tiempos.

- En la vida todo son etapas, y hay que saber tomar las cosas como vienen- me dijo él en la terraza de su apartamento mientras tomábamos una cerveza.

- Mi tía se acuerda mucho de usted - le comenté.

- Ah, ya. Ella era muy buena actriz. Nosotros éramos unos autodidactas y actuábamos según nos dictaba nuestro instinto creativo. Me gustaría volver a ver a mi pareja cinematográfica.

- Y a ella también le encantaria volverlo a ver. No le quepa duda.

Realmente aquel viejo actor debía de sentir deseos de volver a ver a mi tía porque enseguida nos pusimos de acuerdo y tomamos el avión rumbo a Barcelna.

Cuando mi tía Matilde se enteró de que iba a visitarla el hombre al que tanto había amado en su juventud no cabía en sí de gozo. Y el día del encuentro ella se acicaló lo mejor que pudo para causarle una buena impresión.

Mas cuando aquella mujer recibió en su casa al que había sido su galán preferido, pese a que él era un sujeto que estaba en buenas condiciones fisicas, aunque ya estaba casi calvo, mi tía sufrió una gran decepción. Al parecer la hermana de mi madre no había sido consciente del tiempo transcurrido y había creido que todo seguía más o menos igual que antes.

El viejo actor le besó la mano en señal de respeto pero obtuvo por parte de mi tía un frío recibimiento, cosa que lo desconcertó en grado sumo por lo que aquel hombre no tardó en marcharse cabizbajo por donde había venido.

Nuevamente mi tía volvió a las andadas; es decir seguía estando enganchada en los antiguos films de su época sin querer salir al exterior.

Pero un día en el que la atmósfera de la ciudad parecía estar más nítida que nunca, ella que estaba viendo uno de aquellos vídeos en el que aparecía su radiante galán más seductor que otras veces, se levantó de su asiento como impulsada por un extraño resorte y se abalanzó hacia la gran pantalla del televisor.

Lo más chocante del caso fue que cuando Angelines entró en la sala donde solía estar ella para llevarle el almuerzo, mi tía Matilde ya nno estaba allí. Era como si de pronto la tierra se la hubiese tragado. 

Cuando Angelines se fijó en el vídeo que todavía estaba funcionando en el aparato grande fue su sorpresa al constatar que en el rancio celuloide se hallaba su señora con su aspecto actual en compañía del entonces joven actor Vicente Peña. Aquello ¿se trataba de un sueño o de una realidad?

Desde un punto de vista práctico y cotidiano aquel fenómeno no tenía ninguna explicación lógica, pero todo el mundo sabe que en la Naturaleza hay muchos misterios de insospechada trascendencia.

Meses más tarde supe que al inicio del Universo cuando aún no había ni tiempo ni espacio, el cual empezó a partir de unas particulas elementales; casi fantasmagóricas, éstas al vibrar como las cuerdas de un violin formaron un espacio-tiempo fragmentado en varias dimensiones espaciotemporales y por eso mismo a este singular fenómeno se le llama la Teoría de las CUERDAS. Y se piensa que el día en que se constate realmente dcho fenómeno se descubrirá la Teoría del Todo. Por tanto es factible que.una de estas dimensiones de un pasado histórico cruzara nuestro planeta la cual hubiese absorvido a mi tía Matilde transportándola a un fenecido ayer, dado que en el cosmos el tiempo tal como lo concebimos no existe.

Al menos lo que yo deseo de todo corazón es que mi tía a la que tanto he querido sea feliz donde esté.

                                                                         FRANCESC MIRALLES PÉREZ

 


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