La despedida VI

Al contraste, el profe de matemáticas, no tenia en cuenta a nada y a nadie.

Podría ser un/a alumno/a de 10, si el examen era de 4, le ponían en el registro*.

Cómo decía: las exigencias eran máximas.

Llegaba a casa y, aunque estudiaba horario de tarde, debía hacer los deberes incluso empezando de la misma tarde, muchas veces a la luz de las velas (Ceausescu había ordenado quitar la electricidad en las horas de máximo consumo) y calentándome a la cocina (por la misma razón).

En el mes de marzo, nos hemos quedado de piedra: la alumna que en el año que yo empecé no pudo venir ni un solo día por su frágil estado de salud, murió.

Había nacido con las alvéolas pulmonares bloqueadas.

Por los que no saben , el cambio de gases (oxígeno, dióxido de carbono), no se hace al nivel de los pulmones, sino de las alvéolas pulmonares, que son las células mas pequeñas de los dichos órganos.

Esta enfermedad es muy rara, rarisima.

Y, la había tocado exactamente a ella!

Que suerte cruel tuvo!

*registro es un tipo de libreta enorme, donde estaban apuntados los alumnos de la clase, su calificativos y sus ausencias (motivadas o no)

va a continuar...