La lluvia cae sin piedad, lavando las calles.
Bajo la lluvia, los recuerdos resbalan como gotas por el cristal. Cada charco que se forma es un recuerdo del pasado. En cada gota, un susurro de amores olvidados, de cariños lejanos, de risas pérdidas, de nostalgia del ayer.
En cada paso, el ruido del agua al caer, acompaña la soledad. Ella camina sin prisa, dejando que el agua borre sus huellas, buscando en el murmullo del viento, la promesa de un nuevo comienzo y el anhelo de un nuevo amanecer.
Como el arco iris se dibuja en el horizonte y sus colores son ilusiones que están por llegar, así en la vida siempre hay un destello de esperanza que invita a soñar, y al final, como el arco iris, la vida es un juego de luces entre la lluvia y el sol.
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