Ella vestía una falda negra, corta y un tanto ajustada, camisa blanca, zapatos altísimos y no usaba medias en sus largas y bien torneadas piernas.
Coincidimos en una aburrida presentación de productos bancarios.
Nos saludamos con un beso en la mejilla y nos pusimos al día de nuestras vidas.
Me platico que en su nuevo puesto tenia mucha presión y que la obliga a viajar mucho y en verdad se le notaba exhausta después del viaje de dos horas por carretera y de casi tres semanas de no estar en su casa.
Le dije, en broma, que necesitaba un chofer.
"Mas bien un asistente, mayordomo, masajista y "damo" de compañía que me arrulle para dormir" Reímos.
Al salir de la reunión caminamos a su auto, pues se ofreció a llevarme a la siguiente presentación.
Teníamos mas o menos 20 minutos antes de la siguiente reunión y le pregunte si quería que manejara, pues ella no conocía bien la ciudad.
"Estamos muy cerca. Llegaremos en 5 minutos, por que no descansas un poco y después nos vamos?" propuse.
"Prefiero tomarme ese descanso llegando allá, vale?"
"Ok"
El trayecto duro 3 minutos, entramos en el auto al oscuro estacionamiento del complejo de oficinas. Bajamos al 2o nivel y nos estacionamos lejos de los ascensores.
Ella, sentada en el asiento del copiloto, reclinó el respaldo, se estiro y suspiro.
"Me están matando estos zapatos"
Baje del auto, abrí la puerta de ella, me senté en el borde y le quite los zapatos.
"Ahhhh, gracias".
Comencé a darle un masaje de pies, que agradeció enormemente y cerrando los ojos dijo:
"Mmmm que bien se siente..."
Mi masaje paso de sus pies a sus pantorrillas y fue mas lejos cuando sus muslos comenzaron lentamente a separarse hasta donde la falda lo permitió.
Aceptando la invitación introduje mi mano entre ellos hasta llegar a rozar la suave tela de su tanga, que estaba apenas húmeda.
Ella gimió muy bajito con los ojos cerrados.
Seguí acariciando su coño sobre la tela de su tanga con mis dedos. Sentí como se mojaba y ella empezó a decir "Mas, mas, así, así..." entre jadeos.
Súbitamente me detuve, ella abrió los ojos con una mirada suplicante.
"Debemos irnos, nos esperan" dije.
Le puse nuevamente los zapatos y la ayude a salir del auto. Tomándola por la cintura la hice girar hasta quedar de espaldas a mi.
Me acerque a su oído y le susurre "Esto todavía no termina. No te muevas"
Me arrodille detrás de ella y tomando sus tobillos comencé a acariciar sus piernas hasta llegar a sus nalgas.
Tome de su cadera el elástico de su tanga y lo deslice hacia abajo hasta sacarla por sus pies. Después, levante su falda para descubrir un par de carnosas nalgas (vaya que las horas de gimnasio se notaban), las bese mientras mis dedos alcanzaban los labios de su vagina. Ella jadeaba...
Con mis manos separe sus nalgas e introduje mi lengua hasta la entrada de su coño.
Estaba muy mojada. Gimió...Me quede un instante disfrutando su sabor. Con mi lengua pude sentir las primeras contracciones de su coño húmedo y caliente.
Nuevamente me detuve y me puse de pie, con su tanga en la mano y su sabor en mi boca.
Ella tenía un hermoso rubor en las mejillas y unas perlas de sudor en su cuello. Mientras se arreglaba la falda me miro con una mirada sugerente y dijo "Me las pagaras, eres malo"
"No sabes cuánto" respondí. "Vamos o llegaras tarde" le dije, guardando su tanga en mi bolsillo.
Subimos al ascensor solos y ella, incitándome, aprovecho para recargar su trasero sobre mi miembro. Ambos sentimos el calor de nuestros sexos.
Llegamos al piso 8 y al salir pregunte: "Mas relajada?"
"Mucho mejor, gracias".
Llegamos a la sala de juntas y nos sentamos en lados opuestos de la mesa, que tenia forma de herradura, de tal suerte que desde mi lugar tenia una vista perfecta de sus piernas y un poco mas...
La reunión fue mas aburrida que la anterior, y mientras el subdirector hablaba de tasas y plazos yo volví la mirada hacia ella, quien sin quitar la vista de la pantalla, discretamente subió su falda y lentamente abrió sus piernas para dejarme ver su riquísimo coño con depilado brasileño. Abrió y cerro tres veces mas y se veía que estaba muy mojado.
Ese detalle logro excitarme muchísimo y de inmediato un bulto se formo en mi entrepierna.
Yo deseaba que se terminara la junta. Cuando por fin termino, todos subimos al ascensor. Yo fui el primero en entrar y me ubique en una esquina. Ella se coloco frente a mí dándome la espalda. Subieron mas personas hasta que se lleno el ascensor. Al cerrarse las puertas, sentí su mano que acariciaba mi miembro sobre el pantalón, mientras una sonrisa traviesa se dibujaba en sus labios.
Al llegar al nivel 1 del estacionamiento se bajaron los últimos asistentes a la presentación y nos quedamos solos.
Las puertas se abrieron en el nivel 2 y caminamos hacia su auto. Abrió los seguros a distancia y corrió del lado del copiloto, abrió la puerta y se sentó sin subir las piernas al auto.
Me dijo "Ven acá" con una mirada muy sugestiva.
Yo me aproxime hacia ella y sin tardanza desabrocho mi cinturón, bajo el cierre de mi pantalón y busco mi miembro. Lo libero con cuidado, lo acarició y lo beso con pasión y deseo.
Me practico una deliciosa felación. Con su boca recorrió todo mi miembro de arriba a abajo sin olvidar mis testículos. Sus labios succionaban y besaban, su lengua revoloteaba sobre la cabeza caliente de mi miembro. En un momento sentí mis testículos dentro de su boca y al siguiente sus dientes me mordisqueaban todo el tronco.
Varias veces levanto la mirada y sabia que me tenia al borde del éxtasis.
Estaba a punto de venirme en su boca. Sin dejar de mamar me dijo "dámelo todo" al tiempo que se abría la camisa y me dejaba ver sus senos redondos y firmes a través de un sensual sostén transparente.
No resistí más y explote dentro de su boca. Ella lo disfrutaba y me decía "así, así, mmmmmm"
Nos fuimos a la parte trasera de su auto. Levante la puerta, le subí la falda, se sentó, abrió sus piernas y comencé a darle placer oral a su clítoris. Ella prácticamente se arrancó el sostén y comenzó a estrujar sus senos y a pellizcar sus pezones erectos. Yo tenia una vista completa de todo su cuerpo, su piel blanca, sus pezones rosados, su coño depilado, húmedo... y volvió mi erección.
De pronto entre gemidos sentí como se estremeció en un delicioso y prolongado orgasmo. Mi boca se lleno de sus jugos mientras un grito de placer surgía de su garganta.
Seguí lamiendo su coño hasta que termine todos sus jugos. Su respiración se hizo mas lenta...
"Vamos a mi hotel" ordeno mientras volvía a ocupar el asiento del copiloto. Al salir a la calle era de noche y me dirigí hacia su hotel.
...CONTINUA PARTE 2
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