Siempre

En la penumbra de la noche y en la luminosidad del nuevo día, dos amigos comparten escritos en el alféizar de su ventana digital.

Cada palabra los transporta a mundos lejanos, a fantasías sin límites, a divertidas aventuras.

Se turnan para escribir, riendo con las travesuras y ocurrencias del otro, y susurrándose secretos al compás de la trama.

Una tarde se dieron cuenta, que no solo vivían esas historias, sino que habían creado su propia aventura: las risas, las discrepancias, las confidencias y el silencio cómodo entre ellos, habían creado un vínculo muy fuerte.En cada letra, había un pedazo de su amistad, y se prometieron, que sin importar la distancia, siempre habría un relato que los uniría.