VIAJERA EN EL TIEMPO
Estableció los parámetros y comprobó todos los datos: velocidad, distancia, lugar, momento, geometría adyacente, fuerza de gravedad, exactitud de posición de las partículas subatómicas, atracción magnética. Y el cálculo del instante preciso del cruce espaciotemporal entre presente y pasado. Justo el paralelogramo y el punto marginal vibró...
Ángela regresó.
Ella estaba allí, en el sitio que recordaba, mirando el baile de las olas en el puerto. Caía la tarde. Esta vez se acercó. Antes de que se alejara en dirección a la estación.
"Perdona, mi amor", perdona. Y la abrazó intensamente. Ariadna sintió su fragancia, besó su mejilla y respondió: "Anda, olvida lo que dije; volvamos a casa".
Ángela todavía sentía en su pecho el corazón desbocado. Lo había conseguido. En el otro pliegue del espacio-tiempo, quedaba su separación, su ruptura. El demoledor vacío, el triste remordimiento, la vida desconsolada, los porqués dolorosos.
En este otro momento espacial, en este tiempo distinto, en ese punto de inflexión entre bandas tiempo-espacio, todo seguía otra conexión de hechos y sucesos. Era otro mundo real.
Allá en el punto de ruptura, otra Ángela continuaría su vida completamente diferente...la vida que también, por unos meses había sido la suya.
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