Denunciar relato
De repente abre los ojos. Todo está oscuro. Hay un silencio absoluto. Respira con dificultad. Está encogido y apretado contra las paredes rígidas. No puede levantar la cabeza y hay un fuerte olor a madera barnizada. Gira los ojos en torno a sí, pero no se ve nada.
Recuerda el pinchazo en el pecho, el dolor en el brazo. Se dobla en dos y cae al suelo.
El horror se dibuja en su cara, pero ya es invisible. Trata de gritar pero le falta aire. Siente en los pulmones la falta de oxígeno y cómo se desvanece para siempre.
Comprendió que había cruzado la frontera hacia lo desconocido. En esa dimensión nueva, cada elección se transformaba en un universo. ¿A cual se atrevería a ir?
(Continuará)
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