Denunciar relato
La gran sorpresa era que se había organizado invitar una clase de la misma edad con nosotros.
Era, por supuesto, la clase que la tutora era la madre de la pobre fallecida.
Vinieron, y se quedaron un poco apartados.
A mis compañeras les extrañaba la exagerada altura de las chicas de la otra clase!
Hasta las más altas de mis compañeras lo decían.
El evento era que mis compañeros jugaban un partido de futbol con la otra clase.
Mientras que ellos jugaban, nosotras, las noias, gritábamos:
“ - Vamos por una rama! Vamos por una rama!”
Creanga, el nombre del escritor que daba su nombre al instituto significa rama de árbol en rumano.
va a continuar
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