La despedida XI

Aunque hoy en día esta prohibido subir en un árbol, una de las mejores cosas de la infancia de todos los niños hasta (incluso) siglo XX, era subir en un árbol, y contemplar el mundo de allá.

O, subir para recoger (y comer) frutas.

Todos los arboles frutales hacen frutas para ser comidas.

(Extraño, no?)

La atmósfera era de alegría y tranquilidad.

De esta manera, nos despedimos, los compañeros, ya que la mayoría íbamos hacia otro instituto, de los profesores, de la edad de infancia, del ciclo gimnazial, y se despidió y la madre de Adriana de su clase, del hilo invisible, que la ataba, sin aún pensar de sus sentimientos maternos, hacia la que fue, de la misma edad con los que ya empezaban una nueva etapa de vida.

Este cuento es 100% verdadero.

Agradecimientos por tener la paciencia en leerlo todo.