MANIPULACIÓN CON EL PASADO 1
Por franciscomiralles
Enviado el 14/11/2024, clasificado en Varios / otros
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Hace unos cuántos meses que en las Bibliotecas públicas que dependen de la Diputación de Cataluña se encumbró como si de una obra maesra se tratara una novela sobre la Guerra Civil Española que era mitad histórica y mitad ficción llamada YO MATÉ A FRANCO que como es sabido fue el dictador militar que gobernó durane cuarenta años en nuestro país.
Y se dio la circunstancia que yo en aquel entonces asistía a una tertulia literaria que se organizaba mensualmente en la Biblioteca de Badalona, que es una ciudad marítima de la provincia de Barcelona donde se comentaría dicha obra.
Así pues que yo estaba sentado en un departamento de aquel centro cultural junto a algunas mujeres de mediana edad en torno a una larga mesa y súbitamente sentí que en la medida que ellas iban dando su opinión acerca del libro enriquecidas por las malas experiencias que habían sufrido durante la fatal Contienda y los duros años de escasez que le siguieron, el tema en cuestión se me atragantó como un mal bocado en el almuerzo seguido de una pesada digestión dado que era como si en la mesa me hubieran servido a lo largo del tiempo un mismo plato, por lo que yo deseaba que aquella tertulia no se alargara más de la cuenta.
Cuando me tocó el turno de hablar me dispuse a hacerlo sin ningún reparo.
- Esta novela está muy bien escrita- admití-. Y los pasajes que describe el autor están muy bien reflejados. Parece que él haya vivido las situaciones bélicas en su propia piel. Como asimismo es comprensible que en la Segunda República tomara protagonismo el Comunismo, puesto que en aquel tiempo la alta bueguesía vivía muy bien mientras que la clase trabajadora sufría muchas penurias.
Todas las féminas asistentes corroboraron complacidas mis palabras.
- Y sí. El Régimen político del dictador fue terrible porque él era un psicópata que no dudó en ejecutar amparándose en una justicia hecha a su medida a un sinfin de personas por sus ideas pero que no habían hecho daño a nadie en las afueras de la ciudad. Sin embargo esta novela no es más que una burda propaganda política nacionalista que tergiversa la Historia a su conveniencia - añadí yo.
- ¡Cómo dice usted éso! - se exaltaron algunas tertulianas de temperamento combativo.
- En efecto. Vosotras podéis pensar como os de la gana. Pero resulta que el protagonista de esta historia se une a los anarquistas como si ellos fuesen los "héroes" del pueblo oprimido por los fascistas quienes luchaban por la libertad. Pero esto es una estampa romántica que no tiene nada que ver con la realidad, porque lo cierto era que los anarquistas que se habían asociado con el presidente de Cataluña, asesinaban impunemente en muchas localidades a quienes tenían otros ideales diferentes a los de ellos, y las calles de Barcelona estaban llenas de los cadáveres que esta gente hacía a diario; esto además de quemar Iglesias - expuse sin tapujos-. Un ejemplo. En aquellos fatídicos años en el pueblo en el que ahora vivo había un joven que al parecer era muy místico, muy religioso. Mas cuando los milicianos de la villa- estos "valientes" chicos- dieron con él a causa de un chivatazo de algunos vecinos, tiempo les faltó para apresarlo y pegarle cuatro tiros en la puerta de un cementerio. ¿Qué os hubiese parecido si en vuestra familia hubiese habido un hijo similar a este joven místico y a la hora de la cena vienen a vuestro hogar un grupo de milicianos y se lo llevan al paredón? Si ellos eran tan amantes de la libertad como decían, ¿por qué no dejaron en paz a este pobre sujeto para que viviera su vida como quisiera? Y otra cosa. Los anarquistas hicieron causa común con los comunistas para luchar contra los conservadores. Pero se dio el caso que los comunistas eran una gente muy bien organizada, mientras que los anarquistas no soportaban ningún tipo de autoridad, por lo que aquel Frente Popular se lió a tortazos entre ellos. También hoy en día se recuerda la vil ejecución de varias prostitutas aquejadas de sífilis en un vagón de tren ordenada por el anarquista Durruti, que era un peligroso delincuente y atracador de Bancos que estaba reclamado por la INTERPOL que a su vez murió asesinado de un tiro supuestamente por algún camarada.
En aquella estancia se hizo un tenso silencio.
- ¿Y qué decir de los comunistas? - proseguí yo-.¿Que democracia podían defender cuando tanto en Barcelona como en Madrid tenían sus "checas" que eran unos pisos donde se torturaba y asesinaba a gente conservadora. ¿La libertad era para ellos solamente? ¿De verdad creeis que si hubiesemos tenido un Régimen de un color opuesto al franquismo hubiéramos tenido más libertad? En absoluto. El dictador mataba en nombre de Dios, y los otros lo hacían por el radicalismo de sus siglas. De manera que para mi unos y otros eran los mismos perros con distintos collares. Y es que en este país, el concepto de respeto por los demás brilla por su ausenccia.
- ¡Bueno, buno...- expresaron incómodas algunas contertulianas por mis comentarios.
- Esta novela es políticamente manipuladora- dije yo-. A través de su protagonista que se aferra a su lengua materna como el único estandarte de libertad, el autor nos quiere hacer creer que la sombra del dictador Franco es alargada hasta el día de hoy, y que seguimos tan orpimidos como en el passado por el Estado español. Sí. Ahora que la religión tradicional ha dejado de ser sexi para una mayoría, y hay tanta precariedad laoral y el ciudadano se ha quedado despojado de referencias anímicas, viene el político y le sugestiona emocionalmente con la épica de su dogma nacionaista. Esta es la cruda verdad..
CONTINÚA
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