MANIPULACIÓN CON EL PASADO 2 (FINAL)

- Es usted un escéptico - me dijo una mujer en un tono desabrido.

- Claro que sí. Pero estoy harto, muy harto del tema de la Guerra "Incivil" - le respondí yo-. Desde que tengo uso de razón no he dejado de oir hablar sobre esta cuestión  Llego a casa, conecto la televisión y sea de una manera o de otra se vuelve a hablar del franquismo y de la Contienda. Se retroalimenta un tópico victimista político para embaucar a la población, y que sólo beneficia a los gobernantes, cuando es evidente que la Segunda República fue un vergonzoso fracaso y el franquismo hace ya cuarenta años que pasó a la Historia. Se ve que este victimismo malsano hace sentir importante a la gente. ¿Qué ocurre? ¿Es que ya no sabemos de qué hablar que tenemos que dar siempre vueltas a lo mismo? ¿Os acordaís cuando íbais a los guateques y se ponía un disco de Rock pero la aguja del tocadiscos se estropeaba y la canción se encallaba repitiendo el mismo estribillo, por lo que se tenía que cambiar enseguida porque se hacía insoportable escucha siempre lo mismo? - pregunté a las personas que había allí.

- Sí. ¿Pero qué tiene que ver la aguja del tocadiscos con la novela? - inquirió una de las damas con un aire altivo.

- Pues que el tema de la novela al igual como ocurre en la vida diaria es tan pesado como un disco rayado. En películas, en los medios de comunicación sea de un modo más o menos sutil o a la brava se fomenta con clichés la desfasada doctrina épica del grupo político que está en la palestra, la cual se refleja de un modo simplista en las Redes Sociales. Estamos siendo manipulados demagógicamente con el pasado y hay que darse cuenta de ello. Este es el principio de la verdadera libertad.

Tras una tensa pausa seguí con mi disertación.

- Y mirad. Yo no creo en la voluntad de la gente. Una vez vino Franco a Barcelona y todo el mundo se volcó para recibirle. Cuando este personaje.desapareció del mapa muchos que lo habían aclamado se volvieron del revés como unos  veletas. Aquí lo que prevalece es el culto a la personalidad y poca cosa más, que es un residuo del pensamiento mítico.

-¡Sí señor! Yo estoy de acuerdo con lo que dice este hombre- saltó una mujer rubia que estaba a mi lado-.Ya está bien de darle tantas vueltas al tema de la Guerra Civil y del franquismo. Los jóvenes de hoy en día tienen otras preocupaciones; como del trabajo y de la vivienda.

Por fin se terminó la tertulia literaria y yo regresé a mi hogar haciendo un respiro de alivio. Pero al llegar a mi destino y conectar la televisión vi en un canal determinado que de nuevo se volvía a hablar del franquismo. "Oh no; otra vez no!" - exclamé.

Apagué la televisión y me puse a leer un libro.

                                                                  FRANCISCO MIRALLES PÉREZ