Denunciar relato
Un amigo que le dice a otro: Mi mujer, dentro de los sagrados lazos del matrimonio (que ya más que lazos, por lo que te voy a contar, son cintas de carrocero) ha parido. Ha parido, después de los dolores, un niño mulato.
¿Sabes la excusa que me ha dado, por la gloria de mi madre, yo y mi mujer que somos blancos como la cal de la pared, para justificar que el niño haya salido tan morenito? Agárrate que no esto no lo salva ni Perry Manson.
Me ha dicho el fistro de mi mujer que cuando hicimos la caidita de Roma, los diez mandamientos, la entrada al túnel, el dormitorio estaba a oscuras.
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