La madre de mi amigo

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Esta es una historia verídica, sucedió hace unos pocos años. La mamá de mi amigo no es una belleza ni nada de eso. No tiene grandes senos, ni una cara soñada. Siempre me llamaron la atención sus piernas, es una señora de 63 años hoy en día. Enviudó hace más de 20 años, su marido falleció de forma repentina una noche cuando se descompuso.

Sabía que ella nunca había tenido relaciones desde ese entonces. Tampoco creo que el padre de mi amigo haya sido un hombre sexualmente muy activo ya que apenas podía caminar de lo obeso que estaba.

Mi amigo es una persona particular, siempre tuvo mala relación con su madre. Nunca le contaba nada, y todos sabíamos que inventaba historias cada vez que tenía alguna cita. Con sus parejas siempre tuvo celos enfermizos, entonces se peleaba, llegaba a su casa y empezar a golpear las paredes, romper cosas y subía a su cuarto para encerrarse.

Varias veces su madre me cruzaba en la calle y me comentaba las cosas que había hecho mi amigo. No lo entendía y tampoco podía preguntarle mucho porque, como dije, mi amigo es un tipo complicado.

Yo no había planeado nada, pero luego de separarme de mi pareja, estuve solo varios años y en ese ínterin se dio otro encuentro con ella. Estaba preocupada porque le descubría mentiras a mi amigo, el decía que se quedaba a dormir en mi casa y ella sabía que no era cierto. Me pedía que le cuente que estaba pasando y la invite a pasar.

Le dije que no quería traicionar la confianza con mi amigo, que eran situaciones complicadas pero que no tenía nada de qué preocuparse. Entonces ella avanzo y me pidió que confié en ella. Que ella no diría nada a mi amigo y no tendríamos problemas.

No sé por qué, pero le dije que se saque una foto conmigo y yo guardaría esa imagen por si ella en algún momento le decía a mi amigo que había hablado conmigo. Ella se puso a mi lado para que saque la foto y ahí tuve una idea. Le dije que yo me pondría detrás de ella y que la abrazaría con una mano por la cintura. Me miro de una forma rara, pero para que no diga que no, le comente "si yo tengo una foto contigo así, que parezca un poco romántica, me sirve de mejor manera si se llega a enterar mi amigo". Ella accedió.

Aproveche para atraerla de la cintura despacio hacia mi miembro. Supongo que ella sintió un poco mi erección porque a esas alturas el pecho me latía a mil. La seguí trayendo de a poco y con la otra mano abrí la cámara frontal. Se notaba que ella estaba nerviosa, así que le dije "tienes que salir con una sonrisa, como si estas pasando un grato momento". Inclino su cabeza hacia un costado y yo puse la mía sobre ella. Tomé 3 fotos, en todas ella parecía estar disfrutando. Con mi boca busqué su cuello mirando la cámara y volví a tomar otra foto. Ella, creo, suspiró.

La solté y rápidamente se alejó de mí. Le ofrecí agua y le empecé a contar algunas cosas, mi amigo salía con algunas mujeres y no quería, por vergüenza, que su madre se entere. Le dije que varias veces yo le dije que lo cubriría con ella y le explique que no había nada de malo en ello.

Ella quería que le cuente más cosas, quería saber más. Le dije que hasta allí habíamos llegado, que me parecía que lo normal era transmitirle tranquilidad que su hijo no estaba metido en drogas ni nada malo. Ella me contó que mi amigo nunca tenía dinero, no sabía qué hacía con ello pero que no podía contar con él para los gastos de la casa.

Le dije que para si yo le seguía contando cosas sentía que lo estaba traicionando y que no quería darle tanta información. Ella insistía, quería saber todo. Y se me ocurrió decirle, "yo te cuento más cosas, pero por las dudas tomemos otras fotos". Me dijo que le parecían suficientes, pero yo insistí.

Le pedí que se levante de su silla y me abrace mirando hacia atrás. Tome mi celular con la mano y con la otra la tome de la cintura nuevamente. Esta vez, bajé un poco más... ella se quiso correr y, cuando me miró, la besé. Ella corrió rápidamente su cara y pensé que todo estaba perdido. Pero se me ocurrió decirle, me gustaría tener una foto más provocadora, me dijo que no le parecía lo adecuado. Entonces decidí ir por todo, le dije que yo tenía esas fotos con ella y que podría enseñárselas a mi amigo. Me miró sorprendida, me dijo que ese no había sido nuestro acuerdo. Pero le dije que quería que fuese mía. Que yo le contaría todo si ella accedía a obedecerme.

Me dijo que de ninguna manera haría eso y se preparaba para irse. De repente, me pregunto "¿y que tendría que hacer?". Terminé de entender que mi estrategia había funcionado. La tomé del brazo, la acerqué hacia mí y le pedí que me bese. Me dio un beso tímido, sin usar su lengua. Pero yo empecé a besarla despacio y poco a poco ella fue cediendo. Sentía su lengua contra la mía, despacio fui bajando mis dos manos hacia esas nalgas. Unas nalgas de una señora de casi 60 años, pero con la que había fantaseado desde mis 13. Cada vez nos besábamos de forma más apasionada. Le pedí que se arrodillara, lo hizo y le dije que me saque la ropa.

Me contó que nunca había dado una mamada, lo cual me calentó mucho más. Le expliqué cómo me gustaba que me lo hagan y de a poquito lo empezó a hacer. Mientras me daba una hermosa mamada, le pedí que se tocara, que se baje esos pantalones. Me acosté en mi sillón y le dije que quería verla gatear hasta buscar mi miembro. Lo hizo. Me estuvo dando una hermosa mamada durante más de 10 minutos.

La levanté con mi mano y le pedí que se pusiera de perrito en el sillón. Tenía todo ese culo a mi disposición. Se lo chupé todo, de punta a punta con mi lengua jugando con ese orificio. Al principio no se movía, pero poco a poco empezó a moverse ella sola buscando mi lengua.

Empecé a tocarle la vagina, estaba toda húmeda. Tampoco nunca se la habían mamado. Una señora viuda, religiosa, que en su vida había estado con otro hombre que no fuera su marido ahora estaba a mi disposición. Sentí que primero tenía que hacerla llegar a un orgasmo. Apunté mi miembro a su vagina y poco a poco la dejé ir. Las caras que hizo, se movía ella sola para poder sentirla toda. Le pedí que se toque, la estaba penetrando con su blusa puesta. Nunca me habían interesado sus senos.

Ella se tocaba y poco a poco llego a su orgasmo. Ahora se venía lo mejor... iba a desvirgar esa cola.


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