Mi esquina:
Encrucijada fiel de decisiones nunca tomadas
por temor a ser también equivocadas.
Mi esquina:
Lugar en el que siempre tomo el bus
en dirección a parte alguna.
Mi esquina:
Territorio ocupado por la duda
y el temor de descubrir la faz amable de la vida.
Mi esquina:
Zona franca donde rugen los motores de mis odios
sin miedo a ser multados.
Mi esquina:
Centro de culto que un buen día, sin saber por qué, dónde ni cómo,
se convirtió en la iglesia de un pecado inconfesable.
Mi esquina:
Cárcel del alma arrepentida donde moran los rencores fenecidos;
mas no muertos, sino henchidos en cajones, encerrados bajo llave de cristal.
Mi esquina…
Mi puerca esquina…
... ¿Y tu esquina?
No temas… Tú también eres un ser humano.
Todos ocupamos nuestra propia esquina.
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