ORGASMO SIMULTÁNEO (1)

ORGASMO SIMULTÁNEO (1)

Nativel está tumbada en el suelo de parquet y nos pregunta si sabíamos que Flori es lesbiana.

Flori es una cachonda, eso está claro, dice Roxana con malicia. Es cierto que alguna vez hemos ido por la calle con las manos cogidas un rato..., pero eso es por impactar. De ahí a que a Flori le gusten las chicas... Aisha se echa a reír y dice que de ninguna manera; ella la vio pegarse el lote en el parque con Jorge Luis la primavera pasada. Y él le estaba metiendo mano en las tetas... Pues, para lo que hay que manosear...., dice riéndose Nativel. Y nos echamos a reír las tres.

Ahora que dices..., añado yo interesada en el tema, es verdad que la he visto mirarte mucho..., Roxy. A míiiiii, replica con un grito histérico Roxana. Eso, eso, agita Nativel incorporándose y cogiéndose las rodillas con los dos brazos, que tú también... Que yo, quéeeeee, corta Roxy frunciendo las cejas. ¿Alguna ha tenido experiencias...?, pregunto yo un poco cachonda por la conversación. ¿Experiencias?, pregunta Aisha y la piel morena de sus mejillas parece colorearse. Pues, eso, continúo, si alguna ha tenido sexo con chicas. ¿Con Flori?, pregunta Nativel. No, repongo, con cualquier chica. Se echan a reír nerviosamente. ¿Y tú?, pregunta Aisha y se deshace en carcajadas. Me callo un momento; luego digo, casi. Aahhh, ja,ja,ja,ja estallan en risas. ¿En serio?, pregunta Nativel. Cuenta, cuenta, grita Roxana. Yo bebo mi limonada antes de seguir la conversación.

Fue, empiezo, en el camping, el año pasado. Tenía una compañera de habitación, que se llamaba Julia y era latina. Tenía esos labios gruesos y salidos, unos ojazos negros brillantes, unas tetas gigantescas y un culo respingón imponente. Una mañana salía de la ducha toda desnuda, secándose. Las tetas se le balanceaban a cada paso. Iba rasurada... Como yo, interrumpe con un chillido Aisha. Pues, continúo, la piel del vientre le brillaba y los labios de la vagina, muy gordezuelos y salidos, se le apreciaban visiblemente. Fue extraño, digo, porque me puse cachonda al verla; no podía dejar de mirar sus pechos grandes y su almejón de labios rosados. ¿Rosa, eran de color rosa?, pregunta Nativel. Ajá, de un rosa pálido; se le veían perfectamente los dos labios apretados. ¿Y qué más?, pregunta Aisha. Pues, ya está; nada más, repongo. ¿Eso es...todo?, dice Roxy decepcionada. Pues.., sí; eso, que me puse caliente. ¿Y no pasó nada más?, dice Aisha. No, nada, respondo. Pero, interviene Nativel, ¿te hubiera gustado? ¿Deseabas... algo con ella? Yo siento que me he humedecido por dentro al recordar las mamas grandes, los pezones enhiestos, la almeja gordita entre los muslos de Julia. No me hubiera importado... tocarla, digo; besarla y que me besara y me tocara, también... Las tres se echan a reír y Roxy dice entre gritos de las otras, eres muy puta, Raquel, ¿lo sabías? Yo digo, ¿y vosotras, no habéis pensado en hacer el amor con alguna chica? Todas se callan un momento.

Nativel dice tras una pausa. Bueno, quizá. He fantaseado..., pausa y sigue, varias veces, la verdad. Uuuuuuh, grita Roxana, eres una tortillera, vaya. Aisha Toma la palabra y dice, también yo. Hace poco imaginé que una vecina y yo... ¿Cóooomo?, dice Nativel, ¿tú? Pues claro, tonta, el sexo es sexo, intervengo. Yo, ahora me he puesto más calentona con la conversación. Estoy bien húmeda. Roxana se echa a reír a carcajadas. Aisha, por su parte dice, mira, yo también me he puesto caliente al imaginar a mi vecina. Se hace el silencio y Nativel dice. Venga, vamos a divertirnos, chicas. ¿Vamos a vernos en tetas? ¿Jugamos a desnudarnos?, propone. Las cuatro nos reímos y es Aisha, nuevamente quien dice, de acuerdo. Y se quita la camiseta. Sus pequeñas tetas morenitas saltan al vacío. Tiene dos hermosos pezones invertidos y unas aréolas muy, muy grandes. Nativel se quita el polo y el sujetador; tiene dos mamellas de tamaño regular, pero firmes y redondas, con apetitosos pezoncitos rosados.Yo en franca excitación, me desnudo completamente; Roxy también se desnuda del todo.

¡Aisha!, grito, quítate la braguita; queremos ver tu chochito depilado. Roxy se echa a reír; Nativel comienza a aplaudir, gritando, "el chocho, el chocho". Aisha se quita la braga y la echa a un lado. Efectivamente, su coñito está pelado. El juego nos ha puesto a todas a cien. El ardor sexual del juego se nota en el salón.

La única que aún lleva ropa es Nativel; me abalanzo sobre ella, que se echa a un lado, y trata de escapar corriendo, pero la agarro por la cintura y la derribo. La sujetó por los brazos; Aisha viene y la agarra por las piernas. Nativel ríe casi histéricamente y se agita, simulando una lucha. Tiene unas tetas muy grandes, sus pezones acaban en unos gruesos pezones largos y oscuros. Nos miramos y ella sonríe. Le acaricio los senos; cojo los pezones, largos y muy duros y los aprieto. Mi vagina está chorreando flujo por sus paredes; lo noto, caliente. Me gusta su olor personal y le paso las manos por los cabellos negros, rizados, brillantes. Aisha le baja el tanga floreado. Al descubierto, su velludo monte de Venus le cubre toda la vulva; no se ven los labios vaginales, quedan ocultos.

Las cuatro estamos desnudas. ¿Quién las tiene más grandes?, digo yo. Todas nos miramos detenidamente. Me gustan las de Nativel, dice Aisha. Son las más grandes, puntualiza Roxana. Me acerco a ella, que se las coge y las sube para que se vean mejor. Las vuelvo a tocar. Sus grandes pezones son también los más largos y enhiestos. La saliva se acumula en mi boca. Pues, replica Nativel, a mí me gustan más las de Aisha, tan oscuras y con los conitos hacia adentro. Se sienta en el sofá, a su lado, y recoge las dos tetitas en la forma de cestillo de sus manos. Aisha se echa a reír y hace un ademán de apartase; pero vuelve a inclinarse sobre los dedos de Nativel, que juega con los pezoncitos, jugando a sacarlos. Aisha ha gemido levemente bajo los toques. Estoy calentándome, dice en voz alta Roxy. Yo me echo a reír también, me acaricio la vulva y digo, estoy toda mojada. A ver, dice Nativel y viene hacia mí. Aisha exclama que ella también está cachonda con el juego y se acaricia entre los labios del coñito, apretados, sus labios vaginales no se aprecian.