Ojos

El realmente me gustaba. 

Pensé que teníamos algo de química. Me gustaban mucho sus ojos. Tenían algo hipnótico. Eran profundos y con algo de misterio, quizás un brillo de dulzura. 

Me gustaba verlos. A veces me reflejaba. Pero de un momento a otro, mientras yo me seguía enamorando de esos ojos negros; ellos decidieron no mirarme a mí.