Hablé con Maruxa A Chosca, una hippy del más allá, que aparecía cuando le daba la gana en nuestra realidad. Me dijo, en plan confidencial, que muchos seres horrorosos, muertos y reencarnados en condiciones de máximo sufrimiento, están ahora entre nosotros. Estos se encuentran infiltrados en grupos ultras de tipo político, religioso, judicial y militar. Además, otros cabrones inhumanos han llegado, coincidiendo en tiempo y espacio con ellos. Están comandados por nano-bloques emocionales que actúan sobre el córtex frontal y dejan a los individuos idiotizados, listos para creer cualquier cosa. Por ejemplo, que la tierra es plana y que una autopista de pago, por supuesto, conecta con los otros planetas, que también son planos. Me pregunto si también creerán que su cerebro es plano.
Maruxa tiene un solo ojo, pero no le hace falta más: ve más allá de toda razón. Si afirma que hay movimiento negativo, no le voy a discutir su conocimiento.
Ella dice que lo negativo es oscuridad y lo positivo es luz: el "No" representa lo oscuro y el "Sí", lo luminoso. Los infiernos son sombríos, negros, lúgubres, y los cielos, radiantes y brillantes.
Decir "no" a la condición humana, que es luminosa, te convierte en un ser gris. Esto se traduce en:
Agresividad hacia todo aquel que no piense como tú.
Rabia contra quienes disfrutan de la vida.
Ego: creer que fuera de ti nada es comparable a ti.
Instinto animal que aplasta la inteligencia.
Ignorancia: asumir que quienes no son como tú no tienen ni idea.
Además, incluye: fobia, estupidez, orgullo, insolidaridad, negacionismo y un largo etcétera...
Existen individuos que reúnen todas estas características. Maruxa dice que se llaman "Nigrumanos" y que últimamente los están expulsando del más allá. Ni siquiera allí los quieren. Los que mandan han decidido aplicarles el máximo castigo: enviarlos a nuestra realidad. Nacen aquí y ya empiezan a liarla. En la escuela no aprenden nada porque llegan programados. Sin embargo, algunos consiguen colocarse en la familia judicial o militar, así como en la política y la religión. Estos grupos son conocidos como "Los Cuatro Jinetes del Apocalipsis."
Los políticos declaran la guerra, los jueces la legitiman, los religiosos la bendicen —sabiendo que muchos morirán— y los militares ejecutan las órdenes, exterminando a la población civil de manera deliberada e intencionada. Esto es, sin lugar a dudas, la definición exacta de asesinato.
—Por lo tanto, ¿qué son los políticos, los jueces, los religiosos y los militares? —dijo la hippy sin contemplaciones.
—Pero Maruxa... —argumenté yo—, ¿habrá gente legal y empática con esta humanidad sufriente? —pregunté.
—Busca, busca —contestó ella, de manera socarrona, y añadió, cambiando su semblante hacia el lado más feo de su cara:
—Existen más entidades luminosas en la mente que ahí afuera —murmuró acercándose a mí. Luego añadió:
—Apaga el cerebro y contempla las formas de luz que se van formando —concluyó.
Entonces se produjo una paradoja en mí, por decir que "mí" es algo. Le pregunté quién apaga el cerebro, ya que si soy un cerebro en un cuerpo, soy yo quien lo posee y también quien es poseído. Algo extraño: no puedo ser poseedor y poseído al mismo tiempo. Con la mente ocurre lo mismo, y con el conjunto de cerebro y mente también.
Maruxa puso su cara más vacilona y me soltó con la sorna de la Galicia más profunda:
—Déjate de ostias metafísicas y aprende lo que te digo —exclamó con voz poderosa—. La luz es visible, sobre todo cuando hay mucha oscuridad, y ya está. Si eres "tú" quien ve, o es "tu" cerebro, o "tu" mente, o ambos, da igual. Si ves la luz, envuélvete en ella y deja de pensar si existe o no, o si solo es una ilusión de tu consciencia —manifestó encarecidamente, mientras desaparecía, engullida por el ojo que no tenía.
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