El tio

Hola, bueno, descubrí mi gusto oculto bañándome, mientras me jabonaba, al tocarme las nalgas, me sentí raro y decidí sobarme algo diferente mi agujerito, sentí una sensación diferente, desde ahí, me di cuenta que me gustaba a escondidas jugar conmigo mismo, disfrutaba tocarme y así fue subiendo la adrenalina y quería más, empecé a meterme cosas, luego a vestirme a solas antes de ducharme, robaba ropa interior de mi esposa y me las colocaba, me sentía loquísima, toda una puta, hasta que llego el día en que por chat empecé a buscar a alguien que me pueda ayudar a hacer realidad mi fantasía, la verdad no encontraba, hasta que llego el día...

Un día hubo una fiesta familiar, la familia de mi esposa se iba al valle, me dijo, pero no acepté, me quede a solas, decidí hacer locuras, me duché, depilé y me vestí, soy blanco, mido 168, peso 76 kg, llenito, piernón, tengo buen trasero, llenito, nalgón, bueno decidí pasear en la sala, tome un vino y me pinté, labios, ojos, me puse una gorra y una peluca color rojo, me mire en el espejo y me veía divina, hasta que escuché ese silbido de admiración….

Voltee y era su tío de mi esposa, llego borracho y de sorpresa, me quede helado, me fui corriendo al segundo piso y me metí al cuarto de mi cuñada, el subió a mi tras y me dijo:  algo sospechaba, por q te demorabas horas en el baño, abre la puerta 

Abrí despacio y el entró, me cogió de la mano y me dio un beso apasionado que hasta su lengua la sentí al fondo de mi boca. Era separado, y ya tenía más de 50 años, muy atlético, fuerte, me apretó hacia él y me empezó a tocar las nalgas, sentí que me alocaba, empezó a besar mi cuello y abrió el camisón que me había puesto, y beso mis pechos, mordió mis pezones, yo sentía tantas cosas, me sorprendió mi primera vez, le dije: no por favor, déjame, tengo miedo, no le cuentes a nadie ...

Me dijo: no te preocupes, será nuestro secreto, yo seré tu marido 

Me quede en silencio, lo mire .... Y me arrodillé a bajarle su cierre, salió su pene grueso blanco, muy duro, con un glande super hinchado, muy mojado, le pasé la lengua por su glande y se sintió tan excitado que me dijo: chúpalo y trágalo todo. No dudé en hacerlo, lo lamía, le pasaba la lengua, él se bajó más el pantalón, se sentó en la cama de mi cuñada, y me cogió de la cabeza muy fuerte, me dijo: que rico lo chupas, ni en el prostíbulo me la habían chupado así, empecé a metérmela toda en mi boca, sentía que me ahogaba, pero era tanto el placer que ni me importaba, la cogía con ambas manos, era grande, hasta ahora no me explico por qué andaba solo, mientras se la chupaba, cogía sus testículos y se sentían llenos de leche, tenía ese olor a macho que te hace desesperar, el no dejaba de cogerme el culo, pues yo estaba de costado a lado de él, metió su dedo a su boca, lo lleno de saliva y sobaba mi ano, que de lo excitado que estaba, sentía que se abría para él, metió su dedo poco a poco, y lo movía tan rico que yo me sentía una perra en celo, no dejaba de decirme, de aquí ya no te suelto, serás mi perra, te cachare todos los días.

Se paró y me levantó a la fuerza, me tiró a la cama y me cogió piernas al hombro, sobaba su pene con mi culito, yo sentía que se abría riquísimo, me sentía tan perra, empezó a mojármelo, y yo ya lo sentía bien dilatado, empujó despacito y yo grite de placer y dolor, me cogió fuerte las manos y me empezó a dar duro, con movimientos suaves y lentos, me dolió por un rato, y luego era un montón de placer sentirlo dentro, tenía tan apretado mi ano, que la sentía tan rico, era demasiado, me besaba, yo besaba su pecho, me decía que me iba a dar toda su leche, le pedí que me cambiara de pose, estaba tan excitado que no quería moverse, luego me dijo que sí, me puse en cuatro y me metió despacio su verga, era todo placer, empezó a darme tan duro, sentí golpear sus testículos, empezó a subir más sus movimientos, sentí que ya se venía, me dijo quieres tomarla, no dude y se tiró a la cama, empecé a chupar su pinga tan rico y suave, se vino a chorros y me llenó la boca.

Me fui corriendo a la ducha y me bañé, él se fue a su cuarto, ya no lo vi hasta dos días después, me dijo de manera discreta, nos veremos pronto amor.