TÚ EN LA PLURALIDAD DE TU ESENCIA

  TÚ EN LA PLURALIDAD DE TU ESENCIA
 
 
   Amelia, ¿cómo puedes pensar que no me iba a trasladar a las playas de trigo de tu tierra, y volver a pisar los oscuros terrones irregulares de la labranza permanente? ¿No comprendes que te vi caminar confundida entre las plumas coloreadas de los campos de perdiz?
Extasiado boca arriba, con el virginal calor de la olorosa tierra, veo las innumerables estrellas castellanas que salpican, puntos cardinales y profundidad inasible, el marco insaciable de mis sueños, ...y eres tú... ¿te cuento?
Tú en la ternura infantil de tu mirada, tu generosa boca sonriente. Mi cuerpo siente la pasión extremada de tu cuerpo, tu ola, tus espumas juguetonas, el cosquilleo de compartirte con mi susurro, en miríadas de palabras repartidas, corazón y carne, la tuya... la mía. Amelia, estamos fundidos.
Bebo de la pluralidad de tu esencia que nadie tiene. ¿Y cómo lo llamanos?