Humanidad ¿Dónde estás? (2)

Hoy me he levantado con un síndrome de abstinencia brutal. Menudo mono. No tengo ni un simple chute de humanidad para sobrellevar está situación.

Me han dicho que esa sustancia, la de humanidad, ya no existe, que ha desaparecido. Ahora está de moda estimular el sistema amigdalino, que es el qué gestiona las emociones de rabia y los comportamientos agresivos.

Se busca la "libertad" por encima de aquellos valores que nos hacían humanos. A casi nadie le importa el sufrimiento de sus semejantes. Y si dices algo, te dicen que eres gilipollas o buenista. Cientos de miles de personas están padeciendo y muriendo, mientras que aquí la "verdadera humanidad" se va de fiesta, al restaurante, a la playa, al médico.... Ayer, en Gaza, mataron a 33 personas porque buscaban alimento para ellos y sus familias.

¿Cómo es posible ser tan indolente y no decir nada? 

No quiero decir que haya que ir allí a ayudar, nada de eso, sin embargo, se puede manifestar una oposición al genocidio, sobre todo donde se tiene la oportunidad.

Cada vez que escribo, intento recordar a los asesinados en masa y procuro denunciarlo. Sin embargo, en esta "página web", no he leído ni una ligera crítica acerca del genocidio. Más bien, abundan los aplausos hacia los asesinos.

Que si se lo merecen por "terroristas", que son aliados de Irán, que no son demócratas, que practican una religión abominable... Vamos, todo lo peor. Al parecer, merecen el exterminio de niños, mujeres, médicos, periodistas, y cualquiera que se interponga. Y, por si fuera poco, retransmitido casi en directo.

Imaginen por un momento que se mostrara en vivo cómo los nazis metían a los judíos en los hornos.

¡Horrible! 

Pero ahora y aquí, la desidia, la mentira y los bulos, nos hacen ver cosas que no existen. Y además, con un chute de "fluoxetina" aumentas la serotonina, responsable de la felicidad, y te quedas tan ancho. Escribes tu relato de amor o de porno y hasta la próxima pastilla.

En España, cinco millones de personas buscan la felicidad a través de las pastillas. Luego, critican al que se fuma un porro.

Mucho amor, como si viviéramos en un paraíso terrenal. ¿Pero cómo es posible que alguien no condene un exterminio y se ponga a hablar de amor? ¿Que amor, dónde está?

Y, al leer, resulta que no es amor. Son historias patéticas de egos. Alguien se va a echar un polvo y le llaman "hacer el amor". El amor es otra cosa gente: "Es el deseo ferviente de que la otra persona sea feliz, no tú". Sin embargo, a cualquier relación de pareja se le llama amor.

Es como aquel que cree que la felicidad solo depende de sí mismo. Si es así, vete a una isla solitaria y vive tu felicidad al cien por cien, sin depender de los demás.

Y ya que estamos:

¿qué se puede pensar de los relatos porno? ¡Son un éxito!

Miles de visitas que dejan en evidencia, que el resto, está ahí para hacer bulto. Aunque la reflexión que más me surge es esta:

Si lees porno, supongo que es para pajearte. ¿Y de esto se presume en la web? ¿De los miles de relatos acumulados? y van y dicen:

"Formamos una familia de más de 9,000 usuarios activos, de los cuales más de 2,900 han publicado algún relato."

Yo, la verdad, no pertenezco a ninguna familia de pajeadores.

Recientemente, de los cien relatos que aparecían en las primeras cinco páginas de esta web, se distribuían así:

49 relatos eran de un solo escritor. Mucho narcisismo, ego y yoismo.

26 relatos de adultos.

25 relatos de las 2,900 personas restantes que ocasionalmente ocupan este espacio.

¿Se puede presumir de esto? Pues sí, porque para muchos la cantidad importa. Aunque la calidad brilla por su ausencia. El día 24 de diciembre había 49 relatos porno.

Pero, volviendo al tema inicial, me gustaría que alguien de las 2,900 personas que escriben aquí me recomendara algún relato sobre el genocidio actual. Uno que condene a los israelitas y muestre solidaridad con los palestinos.

Es como cuando pedí que alguien me dijera cuántas leyes sociales ha aprobado el PP en toda su existencia.

Evidentemente, no hubo respuesta, 

¡Porqué no han creado ninguna!

Y, hablando del PP, son los mismos que defienden el exterminio palestino.

¿Qué se puede esperar de un hombrecillo de negro, con bigote hitleriano, que se congratula de la matanza de niños y mujeres palestinos?

—"Es esencial que Israel gane la guerra y que la termine bien”— dijo Aznar.

Supongo, que terminarla bien, para este desgraciado, significa exterminar unos cuantos cientos de miles de palestinos más y luego reconstruir lo destruido para colonizar sus tierras, nazi de libro.

PD: No he querido ofender a l@s buen@s escritor@s de relatos de "amor romántico". Algunos son realmente bellos, y l@s felicito. Mi intención es una crítica social contra el "yoísmo", y en esta página encuentro muchos ejemplos.